GUZMÁN TREPÓ AL ESCALÓN MÁS ALTO DEL TAEKWIONDO

GUZMÁN TREPÓ AL ESCALÓN MÁS ALTO DEL TAEKWIONDO Panam Sports

Lucas Guzmán pasó de una profunda tristeza a una alegría tremenda en un abrir y cerrar de ojos: en febrero perdió a su mamá y hoy Guzmán consiguió la medalla de oro en la categoría hasta los 58 kilos al imponerse al mexicano Brandon Plaza, por 19-17. Guzmán, ganador de la medalla de bronce en Toronto 2015, inició su labor en el Polideportivo del Callao con una ajustadísima victoria sobre el estadounidense David Kim, al que superó por 5-3, en round extra. Y en la semifinal se plantó duro ante el brasileño Paulo Souza, al que finalmente doblegó por 7-6, también en asalto adicional.

 

 

En mayo pasado, el taekwondista de Merlo consiguió subirse al tercer escalón del podio en el Campeonato Mundial, disputado en Manchester (Inglaterra). Anteriormente había alcanzado también el tercer puesto en el Panamericano celebrado el año pasado en Spokane (Estados Unidos), aunque en la categoría hasta 63 kilos.

 


Daiana Vázquez, en la categoría de hasta 49 kilos, perdió en su primera presentación, en muerte súbita y por punto de oro, tras haber empatado 10-10, con la puertorriqueña Victoria Stambaugh.

 

 

Ni bien terminó, extenuado, Guzmán se arrodilló con la bandera argentina. Y después se puso la mano en el pecho, con orgullo, cuando se colgó la medalla en lo más alto del podio. Detrás suyo hay toda una historia: practica taekwondo desde pequeño y sintió una conexión especial con esta disciplina que nunca abandonó. Sus padres fueron dos grandes motivadores en su camino como atleta. Ambos provenientes del deporte, Eduardo integró el seleccionado de taekwondo a principios de los '90 y Elizabeth era profesora de educación física.

 

 

Su madre, que falleció en febrero de este año, representa su fuego interno, su fuente generadora de energía. “Algunos usamos los huracanes más fuertes para impulsarnos hacia adelante. Sé que Dios está conmigo y va delante de mí. A veces necesito descargarme, patear. Me acostumbré a hacerlo desde chico. Y eso fue lo que me llevó a practicar taekwondo”, suele decir.

 

 

De chico iba a un gimnasio, en días de frío intenso, caminando por calles peligrosas. Eso motivó a su familia a tener un gimnasio propio. En 2011, con mucho sacrificio, los Guzmán crearon en su hogar la Academia Sung-Do, un gimnasio de 10 metros por 10. Allí fue donde vino el despliegue final, que comenzó con la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud Singapur 2010.

 

 

“Mi padres se esforzaron mucho. Muchas veces hacíamos rifas, comidas, bailes, de todo para sustentarme la carrera. Y en algunas ocasiones en las que yo estaba de viaje a mi familia no le alcanzaba para comer, porque mis traslados eran muy costosos. De eso estoy muy agradecido, y jamás voy a olvidarlo. Estoy seguro que mi mamá, en el cielo, hoy estará feliz de ver lo que logré”, dijo emocionado.

 

A los 20 años alcanzó el sexto lugar en el ranking olímpico de su categoría (hasta 58 kilos), y luego llegó el meritorio quinto puesto en el Mundial de Rusia. Además, suma tres medallas panamericanas y a principios de este año, en Manchester, consiguió el quinto podio del país en la historia del taekwondo.