Una de las mayores exponentes de este equipo es Emilce Sosa quien al finalizar el partido contra las asiáticas detalló: “Nos vamos contentas de haber estado acá, de haber traído a la celeste y blanca a un Juego Olímpico en voley femenino. Un poco frustrada por este partido porque creo que podíamos ganar, que por momentos lo tuvimos ahí. Tenemos mucho orgullo de haber estado acá y que el voley se vea un poquito más en la Argentina”.

Esta experiencia olímpica ha cambiado el espíritu de estas guerreras dirigidas por Guillermo Orduna. Han disfrutado este proceso y sueñan con repetir. “Cambió la visión. Cuando entró Guille nos propusimos clasificar a los juegos pero antes tuvimos muchos objetivos a corto plazo que los fuimos cumpliendo. Ahora tenemos que empezar una nueva temporada de cuatro años. Tengo que ver hasta dónde llego con el físico pero sigo soñando con Tokio 2020”, dijo la central formoseña.

Sobre estos días que pasaron en Río contó: “Lo que más voy a recordar es lo que viví en la Villa Olímpica, con atletas enormes que parecían tus amigos, compartiendo con argentinos y atletas de otros países, y que ahí todos seamos iguales. Tomar mate con Manu Ginobilli y Del Potro, hacerles el aguante a los chicos de handball, fue hermoso  Eso no me lo voy a olvidar nunca, tampoco haber jugado en el Maracanazinho lleno, fue increíble. Hoy el entrenador nos decía estar acá no tiene precio y realmente es así”.

Por último, Mimi cerró con un reconocimiento a los argentinos que hicieron llegar su aliento: “estamos muy agradecidas por la cantidad de gente que nos apoyó estos días, sentimos mucho el acompañamiento a través de las redes sociales”.