“Siempre me tocó participar como atleta y ahora me toca cumplir un nuevo rol en la misión del COA solucionándole los problemas a los atletas para que tengan un mejor pasar por estos Juegos. Estoy muy contento de estar acá y con muchas expectativas por el inicio de las competencias. La delegación argentina es muy grande, a diferencia de lo que puede ser en un Juego Olímpico o en un Juego Panamericano, así que va a haber un poco más de trabajo, pero muy contento de cumplir este rol que es importante”, sostuvo Walter Pérez, campeón olímpico en Beijing 2008 junto a Juan Curuchet en la prueba Madison.
“Mi rol es el de la mesa más chica de los atletas, hablar con ellos, ver si tienen algún problema y solucionárselo lo más rápido posible, de cierta manera ser un nexo entre ellos y el staff del COA y llevarle sus inquietudes, acompañar a los chicos en los controles antidoping, estar alerta por si hay alguna lesión. Básicamente, mi trabajo es estar a disposición de los atletas”, explicó el ciclista argentino que más medallas obtuvo en Juegos Panamericanos.
Sobre la actuación argentina, Pérez se ilusiona y augura un buen desempeño del equipo: “Veo muy bien a la Argentina. Siempre decimos que estamos para un nivel panamericano, así que creo que las expectativas son grandes. Más allá de la altura, que creo que va a afectar en algunos deportes, me parece que vamos a estar arriba en el medallero”.
Sofía Sánchez, en tanto, es una nueva integrante de la Comisión de Atletas y por primera vez desempeñará su rol en Cochabamba 2018: “La verdad es que está buena esta nueva función, pero la extraño mucho a mi hermana porque es el primer viaje que hago sin ella. Siempre tuve una buena relación y llegada con las autoridades y eso hace que hoy esté acá y que me lleve bien con todos. Me encanta estar cerca del deporte, es raro estar del otro lado, pero es seguir aportando y ayudando desde mi lugar”.
Junto con su hermana melliza Etel, marcaron el camino del nado sincronizado y a dos años de su retiro, la rosarina recordó cómo fue la transición del alto rendimiento a este nuevo cargo: “El primer año fue complicado, tuve una mini depresión y trabajé con un psicólogo, pero estábamos seguras con la decisión que habíamos tomado con Etel. Fueron 20 años dedicados al nado sincronizado y cuando decidimos dejar la actividad teníamos mucho tiempo libre. Pasamos de entrenar ocho horas diarias a tener una nueva vida. Ahora estamos bien y buscando nuevos caminos”.
Las mellizas Sánchez fueron la primera dupla en la historia del nado sincronizado en representar a la Argentina en unos Juegos Olímpicos. Fue en Londres 2012 y seis años después, Sofía se ilusiona con aprender sobre otros deportes: “Quiero empezar a conocer a toda la delegación y estar con los atletas. Cuando uno está entrenando se encierra en su disciplina y no conoce mucho de los otros deportes. Yo estaba más relacionada con los deportes acuáticos y ahora quiero conocer a todos, ayudar en lo que pueda, disfrutar y festejar cada medalla que ganemos”.