"El amor entre los Juegos y la TV"

Al regresar de Londres me preguntaban si había sido testigo de los mejores Juegos de la historia. “Creo que no”, les contestaba, y esa respuesta desalentaba a algunos interlocutores, aunque después intentaba levantarles el ánimo explicando que es difícil comparar las distintas ediciones.

Todas las que me tocó cubrir me cautivaron por varios motivos, convirtiendo a cada Juego Olímpico en único, irrepetible, mágico.

 

Comprendo la fascinación de quienes siguieron las competencias desde Argentina por televisión. Si hay algo que ratifiqué en Londres 2012 es que los Juegos Olímpicos están armados para gozarlos desde casa. Desde los horarios de los partidos hasta la distribución diaria de los deportes muestra que la sinergia entre el COI y las señales televisivas es total.

Desde lo personal, estos Juegos también fueron maravillosos porque ESPN tuvo por primerz vez los derechos de transmisión. Fueron casi tres años de diagramación de la cobertura que pretendíamos hacer, respetando pautas y fechas a las que no estamos acostumbrados. En ese período imaginamos el desafío que teníamos por delante, pero la realidad nos superó. Por suerte el trabajo previo y a conciencia de un gran equipo permitió llevar adelante una transmisión diferente, poniendo al aire tres señales diferentes para distintos mercados de Sudamérica.

Fue así que contamos con un equipo de 40 personas en el IBC, periodistas relatando desde los principales escenarios, un estudio con vista al Estadio Olímpico y, sobre todo, muchos compañeros colaborando desde Buenos Aires junto a la participación de destacados comentaristas como Romina Plataroti, Marcelo Garraffo o José Meolans.

No sé si Londres 2012 fueron los mejores Juegos de la historia. Sí puedo asegurar que serán inolvidables, así como seguramente serán los de Río 2016, que a nivel televisivo ya están a la vuelta de la esquina.

 

Víctor Pochat

ESPN

 

 

 

 

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