"Una inspiración para mi carrera"

Un antes y un después. Eso marcará, en mi carrera, haber cubierto los Juegos Olímpicos.  Nunca soñé con hacerlo. Nacido en Bahía Blanca y criado en una región amante del básquet, mis ilusiones pasaban por ir a un Mundial de ese deporte o algún partido de la NBA. Y ambos objetivos (cinco finales de NBA y dos Mundiales) los cumplí cuando no tenía más de 28 años. Pero diez después, algo único me estaba esperando... La imaginé como una muy linda experiencia, pero en realidad fue algo mágico, tan hermoso como movilizante.

 

Desde un primer momento me di cuenta de que lo del espíritu olímpico no era sanata. Que se te mete en el cuerpo, tanto a los hinchas como a los deportistas. Y los periodistas no podíamos estar afuera del grupo. Como les pasa a los atletas, uno experimenta un retorno a los orígenes, a la esencia de su profesión... Los deportistas recuerdan sus comienzos, lo que los motivó a practicar ese deporte que los llevó, luego de mucho esfuerzo, a la meca del mundo. Para nosotros es igual. Uno es el medio entre el protagonista y la gente y en un Juego Olímpico me encontré más motivado que nunca para trasladarle a la gente lo que sucedía en Londres. Y me pasó de hacerlo con más sentimiento que nunca...

 

Al ser mi primer Juego, todo me sorprendió, como un chico, como un fan más. Y lo disfruté, más allá del frenético ritmo de trabajo, de las pocas horas de sueño... Y no dejé de sorprenderme cuando aquel sábado, cuando dos eventos top coincidieron, preferí quedarme a la final del taekwondo en vez de ir a la semifinal del seleccionado de básquet, nada menos que ante Estados Unidos. Crismanich, como tantos deportistas amateurs argentinos, son diferentes, queribles, sus historia conmueven. E inspiran. Eso, sí, eso... La inspiración fue lo que me marcó en Londres. Y agradezco haberlo podido disfrutar.

 

Julián Mozo

Diario Olé

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