PARIS 2024 TUVO UNA CEREMONIA INAUGURAL INÉDITA, PERO TAMBIÉN INOLVIDABLE

PARIS 2024 TUVO UNA CEREMONIA INAUGURAL INÉDITA, PERO TAMBIÉN INOLVIDABLE Prensa COA

La ceremonia de inauguración de los XXXIII Juegos Olímpicos – París 2024, que duró algo más de cuatro horas, además de inédita, fue majestuosa, imponente. Imposible de olvidar. No se realizó en un estadio, sino en el río Sena. Con la escenografía natural de una ciudad hermosa como París. El espectáculo, el desfile de atletas y los discursos oficiales se unieron. La fusión del arte y el deporte fue total, absoluta.

 

 

El desfile, en el Sena, arrancó debajo del puente de Austerlitz y se extendió hasta el Trocadero. Más de 6800 atletas de las 205 delegaciones que intervienen en estos Juegos, en 85 embarcaciones, cruzaron París de este a oeste a lo largo de esos 6 kilómetros. Ni siquiera la lluvia, que por momentos fue incesante, pudo opacar una ceremonia de esta envergadura.

 

Las delegaciones de Grecia y el equipo olímpico de refugiados, con sus abanderados al frente, fueron los encargados de abrir el desfile. Argentina, con Rocío Sánchez Moccia y Luciano de Cecco portando la bandera nacional, compartió la embarcación con Antigua y Barbuda, Aruba, Arabia Saudita y Armenia. Y Francia puso el broche de oro al paso de las delegaciones.

 

 

Así como el Sena reemplazó a la pista de atletismo del habitual estadio olímpico, los muelles, y hasta los puentes, donde se instalaron 124 tribunas tubulares, sustituyeron a las gradas del estadio, y desde allí algo más de 100.000 personas en los muelles inferiores y otras 200.000 en los superiores, sin contar al público que lo siguió desde los balcones de los edificios, pudieron ver el espectáculo sin precedentes del desfile y brindarles un caluroso apoyo a los atletas.

 

 

La ceremonia también sirvió para que París pudiese mostrar al mundo su excepcional patrimonio cultural. En cada uno de sus numerosos monumentos se desarrolló un espectáculo, sumando en total 3000 metros cuadrados de escenarios. Gracias a 71 pantallas gigantes instaladas a la vera del Sena, los espectadores desde las tribunas y los atletas desde las embarcaciones pudieron seguir, en vivo, los espectáculos que se iban desarrollando en otros sectores.

 

 

El espectáculo, que demandó 200 días en ensayos, fue diseñado por el prodigioso director de teatro francés Thomas Jolly, y permitió el lucimiento de unos 3.000 bailarines, cantantes y animadores, situados en ambas orillas del río, puentes y monumentos. Entre ellos hubo integrantes del famoso Cirque du Soleil. Y se destacó “el show de los obreros”, con Lady Gaga. En total, la parte artística involucró a 20.000 personas en su organización.

 

 

Este viaje por el Sena estuvo también lleno de esperanza para el futuro, en contraste con las tensiones del presente. La ceremonia descubrió la mayor historia común de toda una generación. El portador de la antorcha siempre ha llevado un mensaje de paz y fraternidad.

 

 

Para ir en línea con eso, París invitó al mundo, a través de doce cuadros artísticos que se expusieron en la ceremonia, a reflexionar sobre lo que nos une y lo que sustenta nuestra humanidad compartida. Y en forma paralela lanzó una invitación y un deseo. Una invitación a vivir juntos y un deseo de hacerlo en paz, respeto y diversidad.

 

 

Muy emocionante fue el momento en el que, desde el tejado del Grand Palais, la mezzosoprano francesa Axelle Saint-Cirel, envuelta en un vestido con los colores de la bandera francesa, realizó una poderosa y conmovedora nueva versión de La Marsellesa, rompiendo con los códigos tradicionales de presentación de la bandera y del Himno Nacional.

 

 

La antorcha también fue encendida en el pebetero, instalado también en un barco, por dos destacadísimos deportistas franceses: la atleta Marie-José Perec y el judoca Teddy Riner. Entre otras postas pasó por las manos de Rafael Nadal, Zinedine Zidane, Tony Parker, Carl Lewis, Serena Williams, Amélie Mauresmo y Pau Gasol. Luego, el pebetero fue elevado por un globo aerostático de 30 metros de altura y quedó situado en el Jardín de las Tullerías, junto al Louvre, la Plaza de la Concordia, los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo.

 

 

En la parte final de la ceremonia, que desde el palco oficial fue presenciada por el presidente argentino Javier Milei, quien se ubicó junto a su hermana y secretaria general de la presidencia, Karina Milei, la icónica cantante Céline Dion entonó “Oda del amor”, al pie de la Torre Eiffel, y se dieron los tradicionales discursos protocolares.

 

 

Tomás Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, dijo: “¡Bienvenidos a los Juegos Olímpicos de París 2024! ¿Qué mejor lugar que París, el lugar de nacimiento del fundador de los Juegos, Pierre de Coubertin, para celebrar el espíritu olímpico? Los Juegos Olímpicos de París 2024 serán más jóvenes, más inclusivos, más urbanos y más sostenibles. Serán los primeros con paridad de género completo, porque el COI asignó exactamente el 50 por ciento de las plazas de cupo para deportistas femeninas y masculinas. Con este espíritu olímpico, les deseo una experiencia inolvidable. experiencia y unos Juegos Olímpicos de éxito en París 2024”.

 

 

El presidente de Francia, Emanuel Macron, al dejar oficialmente inaugurados los Juegos sostuvo que “un siglo después de los Juegos de 1924, nuestra Ciudad Luz se reencuentra con el olimpismo. Estos Juegos marcarán el comienzo de una nueva era olímpica, con énfasis en la sostenibilidad, la paridad y la construcción del futuro. ¡Que comience la fiesta!”.

 

 

También hablaron, para darle la bienvenida a los atletas, el presidente de París 2024, Tony Estanguet, y la alcaldesa de Paris, Ana Hidalgo. Ahí se acabaron las palabras. Ya es tiempo de las competencias. De que se luzcan los grandes protagonistas de estos y de todos los Juegos: los deportistas.