“Vivencias y experiencias”

Los Juegos Olímpicos siempre me han emocionado pero esta vez, en Londres 2012, fue especial porque un deportista argentino en un deporte individual lograba, después de 64 largos años, obtener una medalla de oro. 

Estoy hablando de Sebastián Crismanich, que tiene y aprovecha la oportunidad en los últimos minutos del combate para vencer a su contrincante español  y el festejo desenfrenado del correntino me dejó al borde del llanto y no sabía si cumplir con mi trabajo de sacar fotos o de gritar “Vamos Argentina, carajo”.

 

Londres es una ciudad multicultural y cada uno representa su cultura libremente, esto se deja ver muy fácilmente al observar el atuendo de las personas. Dentro de este mosaico de culturas, las autoridades crearon unos Juegos Olímpicos inolvidables, una organización impecable, con estadios modernos, simples y cómodos; y a la par de esto fue posible disfrutar de una de las ciudades más interesantes del mundo, con gran cantidad de atracciones de todo tipo entre ellas los museos londinenses, que son riquísimos en objetos de arte y son absolutamente gratuitos, para que todos tengan la oportunidad de apreciar lo que allí se conserva.

No hay que olvidar que por tercera vez Londres organiza los Juegos Olímpicos en 1908 y 1948 y precisamente la última medalla de oro individual que logró Argentina fue la de Delfo Cabrera en 1948 cuando ganó la maratón. Este deportista era un bombero de la ciudad de Buenos Aires a quien Perón fue a recibir y ascendieron a sargento después de su logro deportivo.

Una imagen repetida a lo largo de todos los Juegos fue la presencia de las fuerzas de seguridad, han sido los más custodiados de la historia.

Esto y mucho más se puede decir de Londres 2012, todo fue magnífico, armado de una manera meticulosamente bien, organizado y preparado para que todos los asistentes, cualquiera sea su rango, vayan y disfruten.

Pero necesito emitir una opinión que espero sirva para aportar una visión distinta sobre el tema del medallero olímpico considerando que Argentina se ubicó en el puesto 42 de 79 países que consiguieron medallas; yo creo que este lugar obtenido no refleja la realidad deportiva de nuestro país, porque el sistema de premiación del Comité Olímpico otorga a los deportes de conjunto sólo una medalla para el medallero y no una medalla por deportista y creo que es injusto porque si vamos al caso del fútbol, estos 22 jugadores deben competir siete partidos, ganarlos casi todos para ser compensado con una medalla simbólica para cada jugador. Y este problema se da en todos los deportes de conjunto y la labor de estos deportistas no es menor a la que llevan a cabo los que practican deportes individuales. Además, nuestro país es conocido, más que por cualquier otra actividad, por sus deportistas destacados en básquet, tenis, futbol y hockey femenino y del modo en que estamos ubicados en el medallero quedan invisibilizados.

Recuerdo Atenas 2004, Argentina obtuvo medalla de oro en fútbol y en básquet, y ¿cómo fuimos recompensados por ello? Con dos medallas de oro en el medallero. Siendo que estos deportes son los más populares en el mundo y practicados por todos los países y todas las clases sociales.

Ahora vamos a quienes están en un puesto más beneficiado que el nuestro, por ejemplo Kazajistán, figura entre los 12 países que más medallas obtuvo, las logró con 4 pesistas, 1 ciclista, 2 boxeadores, 1 atleta y 3 luchadores, todos individuales, ninguna con deportes de conjunto.

Entonces ellos están reflejando un lugar en el mundo que no es real porque en deporte en conjunto no obtuvieron ninguna medalla.

Este es un comentario que pretende ser un aporte para, según mi modo de ver, darle al medallero una visión más equitativa en cuanto a los deportistas que participan y a las medallas que logran.

Por lo demás no me quedan más que elogios para unos Juegos Olímpicos que atesoraré en mi memoria junto a los otros que he presenciado.

 

Sergio Dovio

Dovio Producciones

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