De esta manera, el equipo conducido por Guillermo Milano cerró de forma perfecta su participación en la capital paraguaya, ya que consiguió cuatro victorias en igual cantidad de presentaciones, para subirse a lo más alto del podio.
Argentina, que venía de vencer en hilera a Venezuela por 43-1, a Paraguay 44-21 y a Uruguay por 35-20, tuvo en la última fecha su partido más difícil, ante un rival con el cual existe conocimiento mutuo y que tuvo momentos ríspidos, de allí que cinco jugadores vieron la tarjeta roja.
El equipo nacional tuvo un gran comienzo de partido con una defensa fuerte y con un alto porcentaje de efectividad en ataque, que lo llevó a tomar una importante ventaja de 13-9 en el marcador.
Sin embargo, promediando los 20 minutos del primer parcial, Argentina se quedó sin James Parker por una expulsión con tarjeta roja, pero no se resintió en su funcionamiento y se fue al descanso ganando 17-9.
En el inicio del segundo tiempo, el conjunto nacional siguió manejando las acciones de juego y ampliando la diferencia en el tanteador, pero antes del cuarto se quedó sin Diego Simonet y Lucas Moscariello, tras ser descalificados con tarjera roja.
Los Gladiadores, pese a las ausencias, hicieron frente al equipo chileno, que durante el encuentro también sufrió las expulsiones de Esteban Salinas Muñoz y Javier Frelijj Vásquez, y se terminaron llevando la victoria por 29-21 y la tercera medalla dorada de su historia en este torneo.
Los goleadores albicelestes fueron Federico Fernández (6), Santiago Baronetto (5), Diego Simonet y Pedro Martínez Cami, ambos con 4, Federico Pizarro, Francisco Lombardi, Pablo Simonet y James Parker, con 2, y Lucas Moscariello y Mauricio Basualdo.