El sábado 2 de agosto, el rugbier Ignacio Gareis en un encuentro entre su club, el Atlético del Rosario y San Isidro Club, por la división Intermedia efectuó un fallido drop a los palos que a pesar de ello el árbitro convalidó. Pero antes de que se hiciera su correspondiente salida del centro del campo para continuar el juego, Ignacio se acercó al árbitro y le dijo que la pelota no había entrado, por lo que aquel decidió volver atrás.
En los días que corren, donde este tipo de gestos o acciones deberían ser normales, muchas veces no lo son y es por ello que este gesto debe ser resaltado.