COPELLO, MÉNDEZ, PORZIO Y QUARTUCCI INICIARON LAS GLORIOSAS PÀGINAS DEL BOXEO OLÍMPICO

Hace 100 años en el Vélodrome d’Hiver de París el boxeo argentino comenzó su aporte sistemático de medallas en los Juegos Olímpicos. Ganó cuatro medallas en seis competencias y se ubicó tercero en el medallero de la especialidad.

 

 

El equipo olímpico argentino de boxeo para los Juegos de París de 1924 estuvo conformado por Vicente Catada (peso mosca), Benjamín Pertuzzo (peso gallo), Pedro Quartucci (peso pluma), Alfredo Copello y Mario Reilly (ambos en peso liviano; titular y suplente), Héctor Méndez (peso medio mediano), Alfredo Santoro y Manuel Gallardo (peso mediano, titular y suplente), Arturo Rodríguez Jurado (peso medio pesado) y Alfredo Porzio (peso pesado).

 

 

El 20 de julio de 1924 los boxeadores Pedro Quartucci, Alfredo Copello, Héctor Méndez y Alfredo Porzio comenzaron el exitoso derrotero del boxeo nacional por los ring de los Juegos Olímpicos. Quartucci obtuvo la medalla de bronce en la categoría pluma; Copello la de plata en liviano; Méndez, también la de plata pero en medio mediano, y Porzio, la de bronce en peso pesado.

 

 

En 100 años de historia olímpica, Argentina cuenta en su haber con 77 preseas de las cuales 24 (7 de oro, 7 de plata y 10 de bronce) fueron aportadas por el boxeo. Ninguna otra disciplina contribuyó tanto al medallero nacional y 23 de esas 24 preseas fueron conseguidas en los primeros 44 años de participación argentina en Juegos Olímpicos, sin lugar a duda, la etapa más prolífera del pugilismo amateur argentino. El 3 de septiembre de 1960 Abel Laudonio, en el Palazzo dello Sport de Roma, cerró el ciclo de presencia de boxeadores argentinos en el podio durante ocho citas olímpicas consecutivas. Y el mendocino Pablo Chacón fue quien en Atlanta 1996 ganó la última medalla del box, el bronce en la categoría hasta 57 kilos, para completar la cosecha del deporte.