El duelo se disputó al mejor de cinco sets y en cada uno de ellos los arqueros dispusieron de tres tiros para sumar. Se otorgaron dos puntos por set ganado.
De esa manera, Jajarabilla se quedó con el primer parcial por 28-27 (lanzó 9-10-9), pero el uzbeko se recuperó y ganó los tres parciales siguientes 29-27, 28-26 y 28-27.
Damián había admitido el jueves, tras la tanda clasificatoria, que no se estaba sintiendo cómodo en los entrenamientos en París. Y no pareció conforme con el puntaje de 643 en esa primera presentación. Su mejor marca histórica son los 668 puntos logrados este mismo año en el Sudamericano de Maricá, Brasil, de donde se llevó la medalla de plata y el récord nacional.
Hoy reconoció que “estoy contento y frustrado a la vez. Contento porque los tiros no salieron mal. Frustrado porque sabía que con lo que estaba haciendo podía seguir más adelante, pero el otro chico tiró muy bien. Mi actuación en la eliminatoria fue buena. En la clasificación me faltó un poco, estaba más frustrado con lo que había hecho y sentía que lo podía hacer mucho mejor. Al principio estuvo difícil, pero fui subiendo el nivel y tomando confianza”.
Sobre la experiencia que recogió en sus primeros Juegos Olímpicos dijo que “si bien participé en Juegos Sudamericanos y Juegos Panamericanos, venir acá tiene una magnitud diferente. Los deportistas, súper amables. Con quien sea que te cruces, del país que sea, y en el idioma que sea”.
Más allá de la derrota, Jajarabilla tuvo una histórica participación en París al convertirse en el primer arquero argentino en participar de unos Juegos Olímpicos después de 36 años. Apenas son tres los representantes de este país que tomaron parte de esta prueba en la historia olímpica: en Seúl 1988 lo habían hecho Claudio Pafundi y Ángel Bello.