Hoy, el noruego necesitó 1 hora y 20 minutos para frenar la ilusión del tenista porteño. En el primer set necesitó apenas un quiebre, en el octavo game, para romper una paridad casi absoluta y llevarse el parcial por 6-3.
La misma paridad se mantuvo hasta el cuarto game del segundo set. De ahí en más, Rudd impuso su estado físico e inclinó la balanza a su favor. Le quebró el servicio en tres oportunidades a Cerúndolo y redondeó el 6-4 final.
Báez tuvo un buen arranque, quebró el servicio del griego en el primer game y fue manteniendo la ventaja, a punto tal que con el partido 5-3 arriba desaprovechó un set point y terminó cediendo ese parcial por 7-5.
El inicio del segundo set fue totalmente desfavorable para el argentino, quien llegó a estar 5-0 abajo. En el sexto game mantuvo por primera vez su servicio y en el siguiente el griego liquidó el pleito.