Agostina, quien compitió con 6 años menos que la rival más joven en la carrera de hoy y corrió en el andarivel vecino al de Katie Ledecky, ocho veces medalla de oro en Juegos Olímpicos, completó la participación de los nadadores argentinos en París.
Al salir de la pileta, Hein dijo que “vine a París a tratar de sumar experiencia. Sabía que no iba a ser fácil, pero me voy contenta con lo realizado. Espero que esto me sirva para futuras competencias, especialmente para llegar a los Juegos de Los Ángeles 2028 con otro tipo de aspiraciones”.
La joven nadadora fue la última argentina clasificada para estos Juegos, aún teniendo 15 años, cuando en el Mundial de Doha consiguió la marca B en los 800 libre que la terminó habilitando a estar en París por una invitación de World Aquatics. En ambas distancias fue finalista en el Mundial.
En esa especialidad, los 800 metros libres, había conseguido una histórica medalla de bronce en el Mundial Junior de Netanya y formó parte de la delegación argentina que participó en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, en donde se ubicó quinta en los 800 y 1500 libre, y sexta en los 400.
Con 14 años, participó en 2022 de los Juegos Suramericanos en Asunción y se llevó una medalla plateada en la posta 4x200 libres, a lo que le sumó un cuarto puesto en los 1500 y sextos lugares en los 200 y 800.
Sin embargo, los jóvenes 16 años de Agostina parecen muchos si se los compara con los que tenía Jorge Somlay cuando compitió en los Juegos Olímpicos de Roma 1960. En aquellos Juegos, al rosarino le faltaba exactamente una semana para cumplir los 14 años cuando participó en la competencia de remo, estableciendo un récord que nadie pudo superar: ser el olímpico argentino más joven de la historia, con 13 años y 358 días. Somlay ya tenía experiencia internacional al llegar a Roma, porque dos años antes había participado del Sudamericano de Chile y en 1959 formó parte de los Juegos Panamericanos en Chicago, Estados Unidos.