Si bien las estadísticas finales dirán que el bonaerense Elián Larregina quedó fuera de la final de la prueba de 400 metros de los XXXIII Juegos Olímpicos – París 2024, si se hila un poco más fino hay que ver que quedó tan sólo a 9 centésimas de su mejor marca, al cronometrar hoy un tiempo de 45 segundos y 02 centésimas, apenas por encima de los 44:03 que estableció este año en Madrid. Desde el quinto puesto de Juan Carlos Anderson en Berlín 1936, ningún argentino volvió a llegar hasta una final en los 400 metros. Y si buscamos a un semifinalista en cualquier de las modalidades del atletismo de pista, hay que remontarse a la actuación de Carlos Gats en los 200 metros de Atlanta 1996.
El muy buen tiempo logrado no le permitió estar entre los mejores ocho que iban a competir por las medallas. Quedó séptimo en la segunda serie, pero luego subió un lugar por una sanción a Aruna Singhapurage, representante de Sri Lanka. Y eso le permitió terminar en el 17° puesto en la general, entre 24 participantes.
Larregina se había convertido en el primer argentino en la historia en correr por debajo de los 45 segundos al ganar el torneo de Madrid en 44.93, su mejor marca personal y de la temporada. Al mismo tiempo, significó su clasificación directa por marca a los Juegos Olimpicos, algo que sólo consiguieron ahora las dos maratonistas que competirán el domingo (Flor Borelli y Daiana Ocampo).
En la zona mixta, el oriundo de Suipacha confesó que “estoy muy contento por mi actuación de hoy. Di todo lo que tenía, no tenía más. Mi segunda mejor marca, disfrutando de correr tres veces en un Juego Olímpico, que no es poca cosa. La primera carrera, por falta de experiencia, por ser mi primeros Juegos Olímpicos, estaba bastante nervioso, eso me jugó en contra. Lo bueno es que me sirvió para la segunda estar mucho mejor y hoy encararlo de otra manera. La verdad que me sorprendí cómo corrí, porque ya con correr en 45 cortos para mí es un logro muy importante, así que muy contento. Un poco amargado me voy, porque estuve a nada de bajar los 45 segundos, ya con eso me iba más que satisfecho”.