A 20 AÑOS DEL ORO OLÍMPICO, SE REENCONTRÓ LA “GENERACIÓN DORADA”

Más de 15 mil espectadores asistieron al Parque Roca para rendirle homenaje al equipo de básquet que conquistó el oro olímpico en Atenas 2004, ese que no es un equipo más sino la generación dorada que escribió las páginas más gloriosas de su deporte.

 

 

En el evento que reunió a Manu Ginóbili, Luis Scola, Andrés "Chapu" Nocioni, Fabricio Oberto, Pepe Sánchez, Alejandro Montecchia, Carlos DelfinoWalter Hermann, Leo Gutierrez, Rubén Wolkowiski, Gabriel Fernández y Hugo Sconochini, guerreros de la epopeya más importante del básquet nacional, el presidente del Comité Olímpico Argentino (COA) Mario Moccia y el subsecretario de Deportes de la Nación Diógenes de Urquiza hicieron entrega de un  reconocimiento a 20 años del máximo logro de Argentina en la disciplina a nivel internacional.

 

 

El homenaje fue un auténtico espectáculo en el que el público agotó las entradas apenas salieron a la venta para volver a ver “juntos” a los 12 jugar un partido amistoso entre dos selecciones, una con camiseta blanca y otra vestida de azul, y un torneo de triples que incluyó la participación de artistas, estrellas de otros deportes, streamers y periodistas.

 

Además, los atletas olímpicos Paula Pareto, Juan Martín del Potro, Germán Chiaraviglio, Marcos Milinkovic, Cecilia Carranza y Santiago Lange se unieron a Duki, Luquitas Rodríguez, Paulo Londra y Germán Beder, entre otros para acompañar a los históricos jugadores.

 

 

También hubo un espectáculo musical de Coti, el momento más emotivo se vivió cuando, en el último cuarto, los hijos de la Generación Dorada entraron a la cancha para jugar con sus padres. Otro momento inolvidable, fue el agasajo que la Generación Dorada le hizo a Ricardo González, capitán de la Selección Argentina campeona del Mundo en 1950, que con 99 años asistió al estadio y se llevó la merecida ovación de todos los presentes.

 

 

Un Poco de historia

 

 

La Generación Dorada, con una mística inconfundible que llegó al corazón de todos, tuvo un desempeño superlativo durante los Juegos Olímpicos Atenas 2004. El primer golpe de escena lo dio ante los representativos del Comité Olímpico de Serbia y Montenegro: 83 a 82 con un doble agónico de Ginóbili para tomarse revancha de la final del Mundial de Estados Unidos 2002. Luego de dos derrotas, ante España e Italia, el conjunto dirigido por Rubén Magnano sacó lo mejor de sí. Por las semifinales venció al temible Dream Team por 91 a 89 en un encuentro que difícilmente podrá olvidarse no sólo por lo intenso sino por el simple hecho de que los argentinos, tal como lo hicieran en el Mundial, dejaron otra vez a Estados Unidos fuera de competencia. Y luego —sin Oberto, lesionado en las semifinales— se tomó revancha de los italianos y Argentina ganó la final y se cubrió de gloria.