Cisneros, a modo de balance, arrancó diciendo: “estoy muy contento por cómo me fue en esta competencia. Vine con un objetivo muy claro: llevarme una medalla. Y gracias a Dios, se dio. Estoy contento con el resultado y con mi rendimiento, así que la felicidad es doble. Ahora habrá que seguir trabajando, no dormirse sobre los laureles, porque nuestra carrera recién empieza y todos nos dicen que con esfuerzo, con sacrificio, con perseverancia, siempre podes mejorar”.

El tucumano recordó que “mi papá siempre me dice que tire con el corazón. Es una frase muy linda, y fuerte, pero me sirve mucho a la hora de competir. Siempre me propongo disfrutar de la competencia en la que participo. Y mucho más si como en este caso estamos defendiendo los colores de nuestra patria, nuestra bandera. Eso no tiene precio, es importantísimo”.

Mella fue sumamente sincera a la hora de declarar: “La verdad es que no esperaba un podio. Sabía que podía entrar en la final, pero nunca proyecté poder subir a un podio. Cuando estuve ahí, y se me dio la oportunidad, me puse en la cabeza que tenía que lograr algo importante. Por suerte, puede ganar una medalla y estoy inmensamente feliz por eso”.

La tiradora mendocina agregó que “tengo bastante facilidad para concentrarme en mí misma: me bloqueo, no escucho nada y no presto atención a absolutamente nada más. Cuando estoy tirando, no importa nada más, y eso me sirve mucho. Es un deporte donde la parte mental influye bastante”. A la hora de los reconocimientos, sostuvo que “mi mamá y mi papá son los que me apoyan en el deporte, y siempre me impulsan a seguir mejorando. A ellos quiero dedicarles esta medalla”.

Oblan se refirió a cómo encaró la competencia: “Traté de sacarme la mayor presión posible, porque siempre me pongo nerviosa y me bloqueo. Mucho más en un torneo tan grande como este. Pensaba en la facultad, en las cosas que tengo que hacer cuando vuelva, y eso me ayudó a tener otras prioridades en ese momento. Así, cuando me tocara tirar, todo pudiera fluir un poco más. Traté de sacarle el mayor peso posible y, por suerte, me salió bien”.

A la hora de los agradecimientos, la santafesina no quiso olvidarse de nadie: “Le quiero agradecer a mi club, el Tiro Federal Argentino de Santa Fe, y muy especialmente a mi familia por todo el apoyo que me dan. Esta medalla hubiese sido imposible de lograr sin ese apoyo incondicional de todos. Están siempre… en las buenas, pero muy especialmente en las malas. Cuando te caes, te ayudan a levantarte. Y eso es importantísimo”.

El tiro tiene una buena cantera. Hay mucho talento en estos chicos, que ya empiezan a demostrar que están para cosas mayores a nivel panamericano. Estos Juegos van a ayudar, seguramente, a que ese crecimiento se acelere. El deseo de todos es poder verlos progresar día a día y que puedan triunfar en el deporte de alto rendimiento. Cuánto más se ensanche la pirámide en su base, más chicos llegarán a la cima del deporte.