El camino hacia el podio comenzó con un triunfo 20-15 ante Uruguay. "Un partido incómodo porque en la previa se lo entendía como decisivo, tal como lo fue Cuba. Uruguay es un rival que en general con Argentina juega su mejor partido porque lo toma como un clásico, lo vive incluso como el escalón que ellos pueden subir. Si bien en los últimos partidos le habíamos sacado mucha ventaja, éste era un partido distinto y así fue", contó Peruchena.
Luego, llegó el encuentro con Cuba. Se preveía que quien ganara ese partido se quedaría con el primer puesto en la zona y, por ende, evitaría al campeón del mundo Brasil en semifinales. "Sabíamos del poderío cubano, tiene muy buena calidad de jugadoras, muy potentes. Ese partido arrancamos mal, supimos enderezar el timón enseguida, fue parejo todo el partido y sobre el final nos sacaron una diferencia de dos goles. Resolvieron mejor en las jugadas clave y parecía que nos habíamos quedado con las manos vacías, que el destino era cruzarnos con Brasil en semifinales y necesitaríamos de un milagro", relató el entrenador de La Garra.
Sin embargo, lo impensado ocurrió la fecha siguiente. Uruguay derrotó 33-28 a Cuba y le dio esperanzas al equipo argentino, que debía vencer a Chile para lograr su objetivo. Y así fue. La victoria 30-18 ante las trasandinas le aseguró a Argentina el primer puesto en el Grupo y eludir a Brasil en semifinales. ¿El rival? México.
"Esa semifinal había mucho en juego, un partido muy tenso porque nos jugábamos una posibilidad histórica para nuestro deporte. Gracias a Dios tuvimos un comienzo determinante, un 8-0 que fue un poco la base del triunfo, si bien tuvimos un alti-bajo sobre el cierre del primer tiempo. En el inicio del segundo volvimos a ser letales y estiramos la ventaja a 15 goles, lo cerramos sin problemas y fue todo alegría", dijo Peruchena.
Ya clasificada a Río, La Garra jugó sin presión el cotejo ante Brasil en la final. "Muchos más distendidos. Con la posibilidad de jugar nuestro juego sin distorsión, sin presión, sin tanta carga emocional y la verdad que fue un primer tiempo impresionante. Empezamos ganando 7-2 y terminó empatado 12-12. Después tuvimos un bache en el comienzo del segundo tiempo, pero no de juego sino de definición. Nos sacaron 8 goles, después nos repusimos y cerramos un 25-20 que nos deja satisfechos y nos permite soñar con lo que viene", expresó el entrenador.
Eduardo Peruchena también destacó el nivel del handball en Toronto 2015, describiéndolo como "muy bueno. La final de varones fue muy buena también. Los partidos fueron más cerrados, más emocionales, vividos al 110%. Las condiciones eran ideales porque jugabas con un día de descanso, en buenas canchas con una temperatura ideal".
También hizo un balance de su equipo: "Es positivo. Nos quedan cosas. En la parte emocional tenemos para crecer. No es tan común en nuestro deporte jugar con tanta presión, con tanto en juego. Eso, teniendo en cuenta que no tenemos muchas jugadoras en Ligas europeas o extranjeras, se hace notar y es un paso que tenemos que empezar a dar, seguir el camino de los varones en ese aspecto porque nos va a hacer fortalecer, crecer en lo mental, en lo psicológico tener jugadoras que estén jugando en Ligas profesionales. Estamos trabajando junto con la dirigencia para que ésto empiece a pasar pronto".