Mariscal olímpico

Roberto Perfumo integró el seleccionado sub 23 que participó en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964. Roberto Perfumo integró el seleccionado sub 23 que participó en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964.

El Comité Olímpico Argentino expresa su dolor ante el fallecimiento del olímpico  Roberto Perfumo.

 

El zaguero central que marcó un hito en el fútbol nacional y considerado uno de los mejores defensores de la historia falleció a los 73 años tras sufrir un accidente cardiovascular (ACV) agravado por una fractura de cráneo.

 

 

“El Mariscal” nació en Sarandí, provincia de Buenos Aires, el 3 de octubre de 1942 y en el ámbito olímpico participó de los Juegos de Tokio 1964.

 

Integró el plantel olímpico junto a jóvenes promesas que luego se transformaron en figuras destacadas de la talla de Agustín Mario Cejas, Miguel Tojo y Juan Sconfianza, entre otros, en un plantel dirigido por Ernesto Duchini.

 

Además, Perfumo fuecampeón de América y del Mundo con Racing, jugó los Mundiales de Inglaterra 1966 (cuartos de final) y Alemania 1974 (segunda fase) con la Selección Argentina y no pudo conseguir la clasificación a México 1970.

 

En el Cruzeiro de Brasil, se alzó con el Campeonato Mineiro durante tres temporadas consecutivasy en 1973 se quedó la Copa Mina Gerais.

 

También integró el River campeón de 1975, equipo que quebró la mala racha de18 años sin títulos, y obtuvo las ligas de 1976 y 1977.

 

A los 36 años, Roberto Perfumo se retiró de la práctica profesional del fútbol y se graduó en Psicología Social.

 

Como DT dirigió a Sarmiento de Junín,  Racing, Olimpia del  Paraguay con el que obtuvo de manera invicta el Torneo República y a Gimnasia y Esgrima donde se consagró campeón de la Copa Centenario, único título logrado por la institución platense hasta el momento.

 

En 2003, fue designado Secretario de Deportes por el entonces presidente Néstor Kirchner, cargo al que renunció tras 10 meses de gestión.

 

En los últimos años se dedicó al periodismo deportivo.

 

Roberto Perfumo fue un excelente futbolista y un defensor incomparable, pero principalmente un “ídolo”. Esos que se forjan a fuerza de valor, entereza y principios. Un referente de los valores que la Carta Olímpica proclama.