Trae el remo en la sangre. El deporte forma parte de su ADN. Esta estilizada atleta (mide 1,73 y pesa 59 kilos) nacida en Olivos tendrá su tercera experiencia en Juegos Olímpicos y tal vez por eso ya podría estar acostumbrada a la vida en una Villa Olímpica. Sin embargo, reconoce que “los estoy viviendo a pleno. Una no sabe si se va a presentar otra oportunidad o no, y por eso trato de disfrutarlo lo máximo posible”.
Sobre la preparación que realizó para estar en Río, dijo: “Hace dos años que venimos trabajando fuerte con la selección. Sabíamos que teníamos la chance de lograr el pasaje a los Juegos en el Preolímpico en Chile, y nos preparamos en single, exclusivamente. Tuvimos la suerte de clasificar para poder estar acá y ahora sólo nos queda prepararnos para la competencia”.
También confesó que “para mí es un placer representar al país y a mi familia. El remo es una herencia que viene de generación en generación. Poder estar a acá es un poco representarlos también a ellos, a mis familiares, a los que me acercaron a este deporte”.
Su meta para Río 2016 es clara: “Quiero estar dentro de las 12 mejores, ya que con eso mejoraría lo que hice en Londres (en esos Juegos terminó vigesimoprimera)”.