Los detalles de la ceremonia, como de costumbre, son una incógnita. Están guardados bajo un riguroso secreto de Estado. Lo único que trascendió es que para que el presidente interino de Brasil, Michel Temer, no escuche un posible abucheo, se utilizará un sistema “anti silbidos”, que consiste en apelar a efectos especiales de sonido cuando pronuncie su discurso de apertura. Una precaución lógica, más aún si se tiene  en cuenta que la presidenta en receso de sus funciones, Dilma Rousseff, al igual que el su antecesor en el cargo, Luiz Ignacio Lula da Silva, quienes ya anunciaron que no asistirán a la ceremonia, convocaron a una jornada de protesta.

A la ceremonia de inauguración asistirán alrededor de 50 jefes de Estado, entre ellos el presidente argentino Mauricio Macri, una cifra inferior al casi centenar que acudió a Beijing 2008 y Londres 2012. No estarán, en cambio, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama; el presidente de Rusia, Vladímir Putin; el presidente de China, Xi Jinping y la canciller alemana Ángela Merkel.

Aún no está confirmado quién será el encargado del ritual de encender el pebetero con la llama olímpica, ya que fue invitado a hacerlo el ex astro del fútbol Pelé, pero los organizadores todavía no recibieron la confirmación del ex futbolista, quien debía resolver problemas laborales. Suenan para reemplazarlo, en caso de que Pelé no asista, figuras ya retiradas del deporte, como el tenista Gustavo Kuerten, el basquetbolista Oscar Schmidt, el maratonista Venderlei Cordeiro y el velista Robert Scheidt.

La llama olímpica llegó ayer a Río de Janeiro, tras tres meses de ser paseada por todo el país, y es exhibida por la ciudad por deportistas y personalidades como Cafú, Carlos Alberto Parreira, Roberto Zagallo y el ex velista Torben Grael, el máximo ganador de medallas doradas del olimpismo brasileño.

En cuanto a los abanderados, Luis Scola encabezará la delegación argentina; Rafael Nadal, la de España; Andy Murray, la de Gran Bretaña y Michael Phelps, la de Estados Unidos.

Las competencias se llevarán a cabo en 33 estadios de cuatro zonas de esta gigantesca ciudad: Copacabana, Barra de Tijuca, Deodoro y Maracaná. Además, el fútbol se jugará en San Pablo, Belo Horizonte, Salvador de Bahía, Brasilia y Manaos.

Más de 10.500 atletas de 206 naciones competirán en 28 disciplinas deportivas. Argentina presentará la delegación más numerosa de la historia, junto con la que nos representó en Londres 1948, con 213 atletas. El epicentro del deporte, hasta el 21 de agosto, será la ciudad de Río de Janeiro, la del carnaval más famoso del mundo, la Cidade Maravilhosa. ¡Bienvenidos XXXI Juegos Olímicos!