El tiempo establecido hoy le valió situarse en la vigesimosegunda colocación entre los 48 que se lanzaron a la pileta del estadio María Lenk, inaugurado en 2007 con los Juegos Panamericanos, pero remodelado y modificado para esta competencia olímpica.
"Estoy bien, muy contento. Me hubiera gustado seguir avanzando, pero el tiempo me conformó", dijo Federico en rueda de prensa, una vez concluida la prueba. En realidad, él se preparó especialmente para los 100 metros libres, que se correrán este martes, pero esta competencia de 200 le sirvió “para sacarme los nervios del debut y entrar más relajado, a partir de ahora”.
El atleta nacido en Casilda, pese a ello, advirtió que no se guardó nada y sintió “la necesidad de arriesgar” para intentar la clasificación a una siguiente instancia.
“Sabía que si no arriesgaba no iba a ser posible mejorar el tiempo. Quedé muy conforme con los primeros 100 metros”, insistió, antes de admitir haber sentido “los gritos de toda la pileta” entre los que se hallaban sus familiares directos (su madre y su novia, por caso) y amigos.
“Vine a estos Juegos, que son una experiencia maravillosa, a concentrarme únicamente en correr. Estamos trabajando para ir un pasito adelante, día a día, y lo estamos logrando de a poco”, confesó.