“El partido estaba complicado porque las piernas me pesaban, me sentía cansado porque dormí menos de cinco horas, y todavía no podía creer que le había ganado a Djokovic y que tenía que jugar de nuevo al rato”, señaló el campeón del US Open 2009.
La merma en su rendimiento físico se notó. En algunos pasajes del partido lució ahogado, y su derecha no tuvo la misma potencia que la noche anterior ante el serbio. De todas formas, le alcanzó para llevarse el primer set con cierta comodidad, tras un inicio parejo y un primer quiebre de su rival en el tercer juego.
Souza no aprovechó su momento en la manga inicial, pero sí lo hizo en la segunda, cuando Del Potro se mostró exhausto. Cometió 14 errores no forzados, contra apenas uno de Souza.
Sin embargo, a la hora de la verdad en el tercer set, el argentino volvió a meterse en el partido, marcando diferencias con el número 36 del ranking. Quebró para 4-2 y se encaminó con solidez a una festejada victoria, respaldada por un muy buen servicio, que incluyó un total de 13 aces convertidos.
Del Potro, medallista de bronce en Londres 2012 y actual número 145 del escalafón, clasificó a Río 2016 gracias a su ranking protegido. Regresó al circuito ATP a fines de febrero tras dos años con muy poca actividad debido a un problema en su muñeca izquierda que le requirió tres intervenciones quirúrgicas.
“No fue nada fácil. Lo que estoy viviendo es muy fuerte, lloré demasiado de felicidad después de ganarle a Djokovic. Poder responder en la cancha a la gente que me apoyó durante todo este tiempo en que estuve lesionado es algo que estoy disfrutando mucho”, expresó el jugador de Tandil.
Del Potro se enfrentará con el japonés Taro Daniel, vencedor en segunda ronda del británico Kyle Edmund por 6-4 y 7-5, en busca de un pasaje a cuartos de final.