Apenas 42 segundos había tenido que combatir el judoca nacido en San Miguel de Tucumán para conseguir su primera victoria. El libanés Nacif Elias le aplicó dos palancas antirreglamentarias y fue descalificado de la competencia y se retiró entre protestas y ademanes contra el árbitro y los jurados. Elias no aceptó de la mejor manera la decisión de los jueces. Primero, se quejó. Luego, le negó el saludo a Lucenti. Y, por último, quedó sólo en el ring, mientras que el argentino pasó por detrás de él llorando por la lesión que sufrió en el brazo. La queja fue muy efusiva, pero de poco le sirvió. Sólo le alcanzó para ganarse la mirada recriminadora del judo, un deporte que se destaca por las buenas costumbres entre los luchadores.
Lucenti (ganador de tres etapas de la Copa del Mundo: Budapest 2009, Miami 2012 y El Salvador 2015) concretó en Río de Janeiro su tercera participación olímpica, luego de Beijing 2008 y Londres 2012.