En el inicio, las argentinas fallaron mucho en ataque y no encontraron la fórmula para romper el bloque defensivo de las europeas, que aprovecharon todos los errores de manejo de La Garra y facturaron por la vía del contraataque.
La pivote Antonella Mena, peleando mano a mano con las torres rivales, la desfachatez de la central mendocina Macarena Sans y varias atajadas de la arquera Valentina Kogan mantuvieron a la Argentina cerca en el marcador, pero todo se desmadró con una serie de exclusiones por dos minutos en contra, superioridad que las francesas aprovecharon al máximo para sacar una ventaja de 11 goles.
En la segunda parte, el entrenador argentino, Eduardo Peruchena, rotó todo el plantel y le dio minutos en cancha a todas las jugadoras para que sumen experiencia en este debut olímpico, incluida la central Elke Karsten, que ante Holanda se había resentido de una dolencia en la rodilla izquierda.