El arranque no fue el mejor para los dirigidos por Eduardo Gallardo, que no encontraban la vuelta al bloque defensivo francés; por esa razón, recién pudieron abrir el marcador a los 7 minutos, gracias a un lanzamiento de Juan Pablo Fernández, para ponerse 1-3.
Francia se tomó muy en serio el partido y para nada se relajó. Por el contrario, durante la primera media hora el técnico, Claude Onestá, mantuvo en cancha a 6 de los 7 medallistas dorados en Beijing 2008 y Londres 2012 que tiene en el plantel.
Con paciencia y sin desesperarse ante un rival superior físicamente, Los Gladiadores fueron descontando goles hasta llegar a empatar el marcador en 10 y, en la jugada siguiente, pasar al frente 11-10, cuando quedaban poco menos de 10 minutos para ir al descanso, merced a una magnífico pase de Pablo Vainstein que Pablo Portela convirtió en gol.
Un par de exclusiones por dos minutos en contra del equipo argentino le dio la ventaja que los galos no desaprovecharon para irse al descanso por 5 goles arriba.
En el segundo tiempo, Argentina mantuvo el nivel y el ritmo de juego, pero no pudo descontar la ventaja ante una Francia, que sacó a relucir todo su oficio y se quedó con la victoria.