Cada uno de los concursantes tendrá a disposición un breve resumen con las pautas generales y los criterios que deberán seguir para que las mascotas diseñadas  cumplan con el objetivo de representar los valores olímpicos y la cultura japonesa.

Luego, un grupo de expertos elaborará una lista de finalistas quienes presentarán sus diseños frente a un jurado de alumnos de escuelas primarias de todo el país, que votarán por su mascota favorita. La que obtenga la mayor cantidad de votos se convertirá en la mascota oficial de los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

El plazo de inscripción se extenderá del 1 al 14 de agosto de 2017 y en 2018 se decidirá a la mascota ganadora. Una vez que se haya hecho la elección, un panel de expertos elegirá su nombre.

Yoshiko Ikoma, vicepresidente del panel de selección, explicó: “Dada la importancia de las mascotas en la cultura japonesa moderna, siempre supimos que habría un gran interés del público en la selección de la mascota para Tokio 2020. Creemos que este proceso le brindará al público, y especialmente a los alumnos de las escuelas, una oportunidad única de participar en el proceso de diseño y selección”.

La primera vez que se creó una mascota olímpica fue en Múnich 1972, y desde entonces se han convertido en uno de los íconos más conmemorativos de los Juegos Olímpicos.