“Cuando competís en un tatami que está en el medio de un velódromo, te sentís sólo aunque sabés que todo el mundo te está mirando” dijo Portelli. ”Si en ese momento hubiera habido gente argentina en las gradas yo gano” agregó.
“En ese tiempo llegar a un juego era traumático. Me rompÍ el pié y quedé quinto en la categoría. Tenía un yeso, la noche anterior a la competencia libre peso me saqué el yeso y me puse a entrenar. Karoglian no quería que compitiera y le dije: - Yo vine para eso. No sé si otra vez voy a venir a las Olimpiadas. Muerto, pero voy a ir” rememoró el olímpico.
“Un Juego Olímpico para mí es lo máximo” sostuvo Portelli, tal es así que se emocionó al momento de recordar que su nombre iba subiendo en el cuadro de combates y se iba acercando a la final olímpica. “Vos tenés que salir muerto de acá” expresó haciéndose eco de la pasión por la camiseta que sienten los atletas nacionales.