También estuvo presente Polesello, cuya obra resultó ganadora del Concurso “Arte y Deporte: El Espíritu Olímpico", organizado por la Comisión de Arte, Cultura y Museo Olímpico del COAque preside Morea.
Bajo un tibio sol invernal, las autoridades fueron recibidas en la plazoleta ubicada en Juncal y Cerrito con un breve espectáculo de baile de tango, con música interpretada por el sexteto del maestro Roberto Siri. Tras el descubrimiento de la escultura -una versión sui generis de los anillos olímpicos, que fue ampliada en escala 4:1 para su exhibición en el centro de la capital argentina-, llegó el turno de los discursos.
“Pierre de Coubertin, al impulsar en 1984 el nacimiento de la era moderna de los Juegos Olímpicos, tenía en mente estrechar los lazos entre el deporte y la cultura. Por este motivo, el COI cuenta con un museo dedicado al arte moderno”, afirmó Rogge, quien el martes dejará la presidencia del organismo tras 12 años en el cargo.
“Quisiera felicitar al artista Polesello por su magnífica obra de arte, y felicitar y agradecer a las autoridades del COA, a su presidente Gerardo Werhtein y a su vicepresidenta Alicia Morea” por llevar adelante esta iniciativa, agregó el dirigente belga.
A su turno, Werthein subrayó “el gran placer de poder darle la bienvenida a Buenos Aires” a Rogge y el resto de la familia olímpica. Además, agradeció a Polesello y a Morea, “que trabajaron durante los últimos dos años para hacer esto visible”, y destacó la buena labor conjunta realizada entre el COA y el gobierno de la ciudad.
Por su parte, Macriagradeció al COI por haber elegido a Buenos Aires como sede de la 125 sesión del organismo y de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 y felicitó al artista. “Estamos acostumbrados a maravillas como la que hoy inauguramos y que va a seguir inspirándonos para intentar combinar mágicamente el espíritu del deporte y la cultura en la identidad de nuestra querida ciudad”, afirmó.
Al final del acto, Werthein le entregó a Roggeun presente: una réplica en tamaño reducido de la escultura.
Polesello no ocultó su emoción. “Estoy muy feliz, fue una obra creativa que me llevó mucho tiempo. Con los aros en forma de óvalo quise reflejar el dinamismo del olimpismo, su energía”, dijo el artista.
Morea también lucía feliz por haber concretado su sueño. “Los componentes deportivo y cultural deben ir juntos. Avanzamos en el sentido que nos indica el COI. Y además dejamos un legado para la ciudad”. La vicepresidenta del COA admitió que fue “muy difícil decidir entre tantas excelentes obras”, pero el trabajo de Polesellodestacó por “su magnífica interpretación del espíritu olímpico”.En total se presentaron 80 trabajos de todo el país, con 15 obras finalistas que en su momento fueron expuestas en el Centro Cultural Recoleta.
El concurso se realizó con el financiamiento del Régimen de Promoción Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y fue patrocinado por Dow Argentina y contó como benefactores a Samsung, Atos, La Caja y Telecom.
Desde hoy, los habitantes y turistas de la capital argentina podrán disfrutar de la obra de Polesello en la plazoleta vecina a la Embajada de Francia que lleva el nombre de Pierre de Coubertin,en un merecido homenaje, además, a quien es reconocido como el creador de la era moderna de los Juegos Olímpicos.
La inauguración de la escultura no pudo ser más oportuna: Buenos Aires vive una histórica “semana olímpica” como sede de la 125 sesión delCOI y además albergará a los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018.