En esa primera vuelta no habían votado los tres representantes españoles (Juan Antonio Samaranch hijo, José Perurena y Marisol Casado), el japonés (Tsunekazu Takeda) y el turco (Ugur Erdener), en tanto que Jacques Rogge se abstuvo, como suele hacerlo habitualmente, y tampoco votaron el rey Guillermo de los Países Bajos, quien anunció su dimisión al asumir su cargo y los dos ausentes: el sirio Saku Koivu y el egipcio Mounir Sabet. De allí que de los 103 miembros permanentes en condiciones de votar, sólo lo hicieron 94.
Para la segunda vuelta el número de electores se amplió a 97 ya que quedaron habilitados para hacerlo Samaranch hijo, Perurena y Casado, al quedar su ciudad sin chances de acceder a la sede.
Era ésta la segunda vez que Tokio se proponía como sede olímpica. La primera fue para organizar los Juegos de 1964 donde también ganó la pulseada, con 34 votos, contra 10 de Detroit (Estados Unidos), 9 de Viena (Austria) y 5 de Bruselas (Bélgica).
Casi 2.000 millones de televidentes siguieron por televisión la ceremonia en que Tokio fue electa como sede de los Juegos Olímpicos de 2020.
Un rato más tarde, en el mismo salón donde se eligió la sede, se procedió a la firma del contrato. Lo hicieron Rogge y Richard Carrión, por el COI; Shinzo Abe (primer ministro japonés), Naoki Inose (gobernador de Tokio) y Tsunekazu Takeda (presidente del Comité Olímpico de Japón, miembro COI y presidente del Comité Organizador de Tokio 2020).
Finalmente, Rogge felicitó a Japón por los cuartos Juegos Olímpicos para los que una ciudad de ese país fue elegida sede (los otros fueron los de verano de Tokio 1964 y los de invierno de Sapporo 1972 y Nagano 1998) y agradeció el aporte que los japoneses siempre hicieron al movimiento olímpico.
Abe confesó estar “feliz y exultante con la elección, alegría que comparte todo el pueblo japonés. Gracias al enorme apoyo que recibimos de todos, pero muy especialmente de nuestro pueblo, se pudo ganar esta candidatura. Estábamos confiados en ganar, pero competíamos con dos proyectos que también eran muy interesantes, como los de Estambul y Madrid”.
A su turno, Takeda agradeció “el apoyo que siempre nos brindan el COI, el primer ministro de Japón, el gobierno de Tokio, las comunidades económica y deportiva de nuestro país y muy especialmente de nuestro pueblo”.
Por último, Inose señaló que “en Japón hubo gente que se levantó muy temprano, e incluso que no durmió, esperando el resultado de la votación. Por ellos vamos a demostrarle al mundo en 2020 que haremos unos Juegos inolvidables. Queremos que la sociedad disfrute del deporte y que los niños tengan sueños. La antorcha olímpica recorrerá las zonas más afectadas por las tragedias que vivió nuestro país en los últimos tiempos, para que la gente que vive allí se sienta partícipe de estos Juegos”.