Tras el inesperado 59-57 frente a Estados Unidos en la capital británica Furlong recibió el ofrecimiento de Adolph Rupp, técnico de Kentucky, para jugar profesionalmente en Estados Unidos por 10 mil dólares por seis meses. Pillín rechazó la propuesta para seguir jugando por su país, ya que en aquel entonces el profesionalismo implicaba dejar su club y las competiciones con la selección nacional, algo a lo que Furlong no estaba dispuesto a renunciar. Más adelante, llegó el ofrecimiento de Los Minnesota Lakers (hoy Los Angeles Lakers), también rechazó la oferta para sumarse a la NBA.
En 1950 llegó el tan esperado Mundial disputado en Buenos Aires. El quinteto nacional liderado por Furlong también contaba con grandes figuras de la talla de “el Negro”González y Roberto Viau como bases, Leopoldo Contarbio y Juan Carlos Uder como “delanteros”. Los candidatos, como siempre, eran los estadounidenses, pero un Luna Park colmado de espectadores fue testigo la noche del 3 de noviembre de 1950 de uno de los hitos más memorables del deporte argentino. Un categórico triunfo argentino por 64 a 50 sobre Estados Unidos, en la final donde una vez más, Furlong fue la figura del partido al anotar 20 puntos en el partido decisivo y un promedio de 11,2 a lo largo de ese Mundial. Esa noche una multitud marchó por la avenida Corrientes celebrando el título, s e la conoció como la “Noche de las Antorchas”.
Dos años más tarde, en los Juegos de Helsinki alcanzaron el cuarto puesto tras perder con Uruguay en la lucha por la medalla de bronce, el mejor puesto para nuestro país hasta que la Generación Dorada se alzó con la tan ansiada medalla dorada en Atenas 2004.
Finalmente, Furlong aceptó una propuesta de Estados Unidos, para sumarse al básquet universitario, jugando durante tres temporadas para la Universidad Metodista del Sur, en Dallas, por el campeonato de la NCAA. Allí jugó entre 1953 y 1956.
Como líder de la Selección Nacional obtuvo las medallas de plata en los Juegos Panamericanos Buenos Aires 1951 y México 1955, además del título mundial universitario en Dortmund (1953).
Finalizó su carrera como basquetbolista en su querido “Parque” y su partido despedida fue contra el Welcome uruguayo.
Al alejarse del básquet, Furlong incursionó en el tenis y, a la vez, inició una exitosa trayectoria empresarial. Tras desempeñarse en Relaciones Públicas de IKA Renault, fundó su propia empresa de transportes.
Luego, le llegó el turno al tenis, donde primero lució como jugador, ocupó el 7° puesto del ránking nacional de singles con más de 30 años, y luego fue uno de los más importantes dirigentes del tenis nacional, vicepresidente de la Asociación, y fue el notable capitán de Copa Davis entre 1966 y 1978. En ese ciclo la Argentina llegó por primera vez a la semifinal de la Copa Davis, en 1977, pero cayó ante Australia, época en la que Guillermo Vilas descollaba con su actuación.