Luego de la coronación, Osorio confesó que “estoy muy contente. Esperaba poder subir al podio y por suerte se dio. Tal vez me haya jugado a favor que el sudafricano, que anduvo muy bien en la etapa 1, se lesionó y no pudo tirar. Yo me preocupé sólo por mis lanzamientos, no quería hacer cuentas”.
Agustín, que es entrenado por su padre, Gustavo, el descubridor de Braian Toledo, contó que “me crié viendo como tiraba Braian, tuve la suerte de verlo en el Mundial de Londres, y ahora recibir sus palabras en la Villa Olímpica, dándome consejos, es algo que me llena de orgullo. Siempre estuve pendiente de lo que él hacía, y ahora tener una medalla olímpica colgando de mi cuello es como que el sueño se hizo realidad en mí”.