Los varones prefirieron trabajar lo físico sobre el césped de una plaza antes que reconocer las instalaciones de La Florida. Eliseo Nicolás Morales Abraham, sostuvo: “creo que vamos a hacer una buena actuación si somos duros y fuertes en el contacto. Si bien estoy acostumbrado a jugar seven sobre césped, el año pasado, en un torneo que se realizó en Río de Janeiro, tuve mi primera experiencia en playa. Las reglas son distintas, pero la principal diferencia entre uno y otro es que en la arena hay mucho contacto. Acá no hay ruck, no se patea. En defensa es más difícil porque hay que ser muy fuerte al haber tanto contacto. Y en ataque, si podes y sabes mover la pelota, se puede hacer más fácil”.
Una de las parejas del beach vóley femenino, la que integran María Virginia Zonta y Brenda Ailén Churín, también coincidió en que encontró las instalaciones de La Florida en óptimas condiciones. En cuánto a la consolidación como dupla, Zonta dijo que “este año empezamos a jugar juntas, disputamos dos o tres torneos y nos fue muy bien en tan poco tiempo. Creo que con el tiempo iremos puliendo cosas que nos permitirán mejorar”. Churín agregó que “al principio pensamos que se nos podía complicar a la hora del bloqueo porque las dos somos defensoras, pero nos entendimos bastante bien desde el principio, nos hicimos fuerte en defensa y desde el saque, que era lo mejor que teníamos en duplas separadas. Coincido con Virginia en que hay cosas que nos faltan y que nos irá dando el tiempo”.
Sobre lo que vendrá deportivamente, Zonta señaló que “el primer objetivo es superar la difícil zona que nos tocó. Tenemos dos partidos muy duros, contra Paraguay y Uruguay; después pensaremos en cuartos y en seguir avanzando paso a paso”, mientras que Churín agregó que “con Paraguay y Uruguay creo que van a ser partidos muy parejos, y sobre Surinam tenemos menos referencias. En realidad todos van a ser partidos parejos, para cualquiera de las dos”.
Entre los varones, Nicolás Matías Capogrosso se mostró “orgulloso y reconfortado” por la organización de los Juegos por parte de sus coterráneos: “Todo está perfecto, se trabajó con mucho profesionalismo y me alegra mucho porque lo hizo gente de mi ciudad. Que funcione todo tan bien, tan aceitado, me llena de orgullo. Es muy reconfortante para mí”. En cuanto a lo estrictamente deportivo, comentó que “venimos de lograr muy buenos resultados a nivel sudamericano, y esperamos hacer un buen torneo acá. Tenemos la presión de jugar de local, lo que es bueno por un lado y malo por otro, porque esa presión puede jugarnos en contra. Jugando en un buen nivel creo que podemos lograr los resultados que queremos, a los que apuntamos. Brasil, Uruguay, Venezuela y Chile juegan muy bien, pueden ser los rivales más duros, pero me parece que el rival más importante somos nosotros mismos, por esa presión de la que hablé antes”.
Las dos máximas esperanzas argentinas del triatlón son Luciano Franco Taccone y Romina Natalí Biagioli. Sobre el escenario donde se desarrollarán los Juegos, Taccone sostuvo que “las instalaciones son de lo mejor, el parque cerrado está muy bien armado, seguramente lo hicieron con todos los materiales que quedaron de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Me encantó todo”, en tanto que Biagioli dijo que “si bien no conocía La Florida, no me sorprendió. No había competido en los Juegos Nacionales de Playa que se hicieron acá, sabía que las instalaciones eran hermosas. El circuito es muy lindo. Todo está a la perfección. Hoy también estuvimos haciendo kinesioterapia porque veníamos de participar en otra competencia. Nada quedó ni quedará librado al azar”. Sobre qué esperan de estos Juegos, Taccone fue claro: “voy por una medalla; si es la de oro, mejor. Creo que tengo posibilidades. De todos modos, hay rivales muy buenos. Los chilenos, por ejemplo, vienen con un equipo muy fuerte. Los tres son buenos nadadores y se pueden beneficiar trabajando en equipo. Tendremos que estar muy atentos a eso”. Biagioli admitió que “me gustaría ganar una medalla para Argentina, tanto en individual como en relevos. Sabemos que no será fácil, pero vamos a dejar todo. Colombia y Ecuador vinieron muy fuertes. Habrá que estar atentas, pero confianza en sacar buenos resultados es lo que nos sobra”.
La importancia que los rosarinos le dieron a los Juegos (los últimos trascendentes que organizó esta ciudad fueron los Cruz del Sur de 1982) quedó demostrada en la demanda de entradas para los distintos eventos. El Comité Organizador informó que más de 10.000 personas retiraron sus tickets en las primeras dos jornadas de expendio, y anunciaron que las entradas para el Estadio Azul, donde se llevarán a cabo los deportes de agua, ya están agotadas.
Y no sólo los rosarinos han demostrado entusiasmo por ver estos Juegos. En las últimas horas llegaron a la ciudad miles de turistas, ansiosos por ver las competencias. “Vengo desde Chile porque soy fanático del deporte. No tengo familiares compitiendo, pero es un evento para disfrutar. Y además aprovecho para conocer la ciudad junto a mi familia”, expresó Jorge, uno de los tantos extranjeros que no se quiere perder la fiesta deportiva.
“No estoy vinculado al deporte, pero tener un evento tan importante en la ciudad es para aprovechar. Tenemos la posibilidad de demostrar que somos grandes anfitriones”, explicó Roberto mientras hacía la fila para conseguir su entrada. “Voy a sacar para el handball femenino en el Estadio Rojo, ojalá que Argentina gané medallas como en Buenos Aires y por eso decidimos con la familia ir a alentar a las chicas”, agregó.