En primer turno, las chicas argentinas tuvieron que empeñarse al máximo para conseguir la medalla dorada y cerrar su participación en el certamen suramericano.

En un partido cerrado, donde tuvo que sobrellevar dos tarjetas amarillas y las respectivas exclusiones por dos minutos, algo importante en dos tiempos de cinco minutos, Argentina sacó lo mejor de sí y logró imponerse por 7-6 a Chile, con un agónico try de Valeria Montero sobre la chicharra.

“La verdad que este tipo de finales están buenas y le dan más adrenalina al partido, pero la arena dificulta muchas cosas. La verdad que fue muy sufrido, pero la pudimos defender de la mejor manera, arreglando un par de cosas sobre la hora ”, contó Montero, la heroína de la tarde, a lo que agregó: “Estuvimos fuerte de la cabeza, algo que venimos trabajando desde el año pasado. Se vio el fruto del trabajo”.

Daniel Villen, entrenador de las chicas, se mostró satisfecho y expresó: “Todos los partidos en la arena son cerrados y, el que termina fuerte, puede ganar el partido, que fue lo que pasó. Era punto a punto, por eso había que ser pacientes y tener la convicción para la última pelota, donde fueron decididas las chicas”.

“Fue un partido trabado y desgastante porque Chile buscó jugar corto sin trabajar demasiado la pelota. Es lo que plantea el equipo rival y uno tuvo que defender esa situación, incluso con dos tarjetas amarillas. Acá las chicas vinieron a trabajar su fortaleza mental y esto es ideal para eso. Estuvimos cuatro minutos con una jugadora menos en la arena es mucho”, destacó Villen.

 Luego fue el turno de los chicos argentinos, que habían conseguido el pasaje a la final tras vencer en primer turno a Uruguay por 5-1, de enfrentar a Chile, en otro encuentro durísimo, que se definió con el try de oro de Martín Bogado, luego de igualar 5-5 en el tiempo regular.

“Habíamos jugado contra Chile durante la fase de clasificación y sabíamos que iba a ser muy duro, porque ellos son muy de ir uno contra uno. Ellos son un equipo que le gusta jugar al corto.  Nosotros tratamos siempre de hacernos anchos y en la arena es difícil conseguirlo, pero sabíamos que nos íbamos a encontrar con esto y, por suerte, pudimos llevarnos el triunfo”, manifestó Bogado, que selló la victoria 6-5 lanzandose de cabeza al ingol.

La medalla de oro “fue el objetivo que nos propusimos cuando nos juntamos y jugar para la Argentina te obliga a rendir al máximo”, por esa razón, “el último punto había que hacerlo como sea”.

Diego Rodríguez, entrenador del equipo argentino, aseveró: “Sabíamos que era una posibilidad cierta enfrentar un partido así de duro. Argentina tenía que llevar a cabo lo que tenía planificado. Por suerte, tengo un grupo de jugadores muy inteligentes, que entendió perfectamente el mensaje y pudo hacerlo en la arena. Ahora que festejen los chicos, que lo tienen merecido”.

“Desde un primer momento dijimos que si nos adaptábamos a las reglas y a la arena íbamos a tener un lindo torneo, que lo íbamos a poder disfrutar y todo salió bien”, concluyó.