En la clausura, inolvidable por donde se la mire, como en general lo fueron estos Juegos Suramericanos de Playa, se le brindó un reconocimiento a los deportistas, así como también a los voluntarios que hicieron que todo sea posible. Tras el ingreso de los abanderados de los 14 países participantes, con el rosarino Tobías Giorgis como abanderado -ganador de tres medallas de plata y una de bronce en esquí náutico- portando la celeste y blanca, comenzó a armarse la fiesta.
Luego de arriarse las banderas de la Organización Deportiva Suramericana (ODESUR) y del Comité Olímpico Internacional (COI) llegó el tiempo de los discursos. En primer lugar, la intendenta de la ciudad, Mónica Fein, expresó su “agradecimiento a todos los que durante estos años planificaron, pensaron y soñaron con esto, y que durante estos diez días dejaron el alma por cada deportista, por cada visitante y por cada espectador, para que ellos hayan podido disfrutar de los Juegos”.
“No fue fácil, demandó mucho esfuerzo y pocas horas de sueño, pero tuvimos la oportunidad de mostrarle al continente de lo que somos capaces, de cómo nos levantamos ante las tormentas, ni el viento ni la lluvia pudieron con los voluntarios, voluntarias y organizadores, quienes en las difíciles hicieron todo para que se siga jugando”, agregó la intendenta.
La doctora Fein felicitó además a “todos los deportistas por una competencia ejemplar, llena de alegría y amistad, en los que le mostraron a miles de chicos los valores del deporte. A todos aquellos y aquellas que dejaron el alma para quedarse con una medalla, siempre respetando el juego limpio y la lealtad. No tengo dudas que se llevan lo mejor de esta ciudad que es el calor de su gente. Sepan que la ciudad no va a parar, porque nunca lo hace, y no tengo dudas que, como lo dije desde el primer día, este es solo el punto de partida para seguir pensando en grande. Para nosotros no hay descanso, y sepan que desde mañana mismo comenzamos a trabajar muy duro en la organización de los Juegos Suramericanos de la Juventud 2021”.
A continuación, el gobernador santafecino, Miguel Lifschitz, agradeció a atletas, voluntarios y organización por “una fiesta deportiva que sin dudas superó todas las expectativas. Hace más de 400 días que nos venimos preparando. El rotundo éxito de estos Juegos de Playa es consecuencia del trabajo de muchas personas. El deporte es una herramienta de unión e inclusión. Y por eso la pudieron disfrutar todos los rosarinos y santafesinos”.
Por último, el presidente de la Organización Deportiva Suramericana (Odesur), Camilo Pérez, destacó “el espíritu deportivo” de los atletas, y aseguró que “Rosario 2019 marcará un antes y un después en los Juegos de Playa. Terminaron diez días de gloriosos Juegos. Fue la cuarta edición, pero fue la más grande y la más exitosa. Gracias a todos, por sobre todo a los atletas, que dieron un ejemplo para la juventud. Gracias también a los rosarinos porque nos hicieron sentir en nuestra casa. Y vaya un gracias enorme y una medalla de oro simbólica para todos los voluntarios, que dieron lo mejor de sí para que esto fuera un verdadero éxito".
Después, a las 20.52, tal como estaba programado, los conductores de la fiesta, Analía Bocacci y Leonardo Farhat, anunciaron el apagado de la llama sudamericana y allí comenzó la otra fiesta. Aldana Moriconi y Manu Ansaldi ingresaron al estadio para interpretar "Aquí en Rosario", el tema oficial de los Juegos, creado por Mariano Braun y Daniel Sartori. Con ellos lo hicieron los integrantes del ballet de Pecky Land y el inefable Guazú, la mascota oficial de los Juegos de Playa.
Fue un cierre con ritmo y color. Hubo música, baile, rayos láser… ¡fiesta! Deportistas y público se mezclaron para bailar sobre la arena que fue testigo de tantas hazañas deportivas en estos últimos diez días. ¿Se viene la colombiana Santa Marta como próxima sede de los Juegos Suramericanos de Playa? La incógnita se develará muy pronto. Por ahora quedó flotando en el aire la invitación para los Próximos Juegos Suramericanos de la Juventud 2021. Y muchos deportistas volverán a soñar con llegar nuevamente a esta Rosario que no sólo le abrió las puertas, sino que también les dejó las llaves… porque para todos ellos, Rosario fue su casa. Y lo volverá a ser dentro de dos años.
