“Teníamos cero registro de nuestros adversarios. Tal vez por eso, nos costó entrar en ritmo porque no sabíamos cómo nos iban a plantear el partido, pero por suerte en el segundo set se fue abriendo para nuestro lado y pudimos cerrarlo bien y tranquilos, que era lo más importante. Yo le decía a Julián que eso iba a pasar, y por suerte no me equivoqué. Entré bastante nervioso a la cancha, pero el entorno y el apoyo de la familia nos motivaron para salir adelante”, expresó Capogrosso.
Su compañero, Azaad dijo: “Jugamos muy tranquilos, hicimos foco en la parte de concentración. Estamos muy contentos y motivados. Nos perjudicó un poco el viento, que casi ni soplaba en estos últimos días y hoy fue bastante intenso, pero pudimos adaptarnos. Hacía mucho que no jugábamos con viento, pero le encontramos la vuelta para que los perjudique a ellos y nos favoreciera a nosotros. Además, sacamos y recibimos bien y eso nos ayudó a ganar”.