Ubicado en el puesto 76 del ranking mundial de la Asociación de Squash Profesional, el rosarino lleva 14 años jugando en el mejor circuito del mundo. Durante su campaña triunfó en 147 de los 190 partidos que disputó en 63 campeonatos. Los puntos más altos de Pezzota fueron los triunfos en el Open de Villa La Angostura y en el torneo de Boston, Estados Unidos, durante la temporada 2018. Este año, en enero, se consagró campeón del Open de Paraguay.
En su historial en Juegos Panamericanos, Pezzota se transformó en el máximo ganador de medallas para el squash argentino. En Santo Domingo 2003 se quedó con la presea de bronce por equipos junto a Jorge Gutiérrez y Rodrigo Pezzota. En Guadalajara 2011 sumó otra de bronce en la prueba de dobles masculino con Hernán D'Arcángelo. Y en Toronto 2015 logró la medalla de plata en la competencia por equipos en compañía de su hermano Rodrigo y Leandro Romiglio.
Mañana, Pezzota jugará una de las semifinales de la prueba individual: desde las 12.30, ante el colombiano Miguel Rodríguez Forero, buscará el pase a la final.
“Estoy muy feliz, ayer terminé tardísimo, casi no pude dormir entre la ansiedad y el cansancio. Ganar una medalla era mi sueño en mi último Panamericano. Mi rival de hoy está dentro de los 30 mejores jugadores del mundo, yo estoy 76; él era el candidato y el favorito. No sabía que era el primer medallista argentino, estoy muy feliz. También es mi primera medalla a nivel individual así que estoy súper feliz”, admitió el primer medallista argentino.
Pezzota agregó que “una medalla panamericana es lo más importante para cualquier deportista en mi disciplina, más allá del ranking que tengas en el mundo. Una medalla te deja en la historia del squash. Hay que tener en cuenta que Argentina pasó del primer plano en squash a un cuarto o quinto lugar. En México y en Perú, por ejemplo, se hicieron canchas en lugares públicos; Colombia, Brasil, Canadá y Estados Unidos, donde el squash desplazó en importancia al raquetball, también avanzaron mucho en este deporte. Colombia, México y Brasil tienen, además, a los mejores entrenadores del mundo”.
Por último, no quiso dejar pasar por alto la oportunidad de compartir su alegría “con mi novia, con mi familia y muy especialmente con mi hermano que siempre me ayuda a entrenar, con mis entrenadores, con mis amigos, con la gente de mi club que me ayudó a hacer realidad este sueño por el que vengo luchando desde los 15 años”.
El doble femenino, integrado por Antonella Falcione y Gonzalo Miranda, cayó ante las estadounidenses Amanda Sobhy y Sabrina Sobhy por 11-3 y 11-8 (en 13 minutos), en tanto que el doble masculino, Robertino Pezzota y Leandro Romiglio, también se despidieron en cuartos de final al perder frente a los canadienses Shawn Delierre por 11-5, 7-11 y 11-10 (en una hora y 7 minutos).