También ha sido este un año exitoso en lo que respecta a la implementación de las reformas de la Agenda Olímpica 2020 y al refuerzo de sus tres pilares: credibilidad, sostenibilidad y juventud.
Gracias a las ambiciosas reformas del proceso de selección de sedes olímpicas, en 2019 tomamos una medida importante para el refuerzo de la credibilidad de los Juegos Olímpicos a largo plazo. Con la Agenda Olímpica 2020 hemos revolucionado el proceso de candidatura y la organización de los Juegos Olímpicos de principio a fin. A través la constitución de las comisiones de futura sede, que supervisan el interés por celebrar los Juegos Olímpicos y de los Juegos Olímpicos de la Juventud, seguimos promoviendo la evolución del proceso de candidatura. Esta «evolución de la revolución» potenciará la relevancia de los Juegos en nuestra época.
Para proteger la credibilidad del deporte a largo plazo, el COI se ha comprometido recientemente a adoptar un plan de acción de 10 millones de dólares estadounidenses para reforzar la protección de los atletas limpios. Este compromiso representa un importante paso hacia adelante en la lucha contra el dopaje en colaboración con la Agencia Mundial Antidopaje.
Con la Agenda Olímpica 2020, la sostenibilidad se ha convertido en una pieza fundamental de todas nuestras actividades. Y qué mejor ejemplo que la Casa Olímpica, el edificio más sostenible del mundo en su categoría.
Nuestro compromiso por la sostenibilidad y la viabilidad también se hace patente en la manera en la que se organizan los Juegos Olímpicos. Los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 serán la expresión más notable de este compromiso del COI. Estas Olimpiadas aspiran a ser neutrales en cuanto a emisiones de carbono. Serán una fuente de inspiración en materia de desarrollo sostenible, con acciones que se ven reflejadas en las medallas olímpicas, fabricadas con materiales reciclados procedentes de aparatos electrónicos, o en el uso de energías renovables y de vehículos cero emisiones, entre otros.
Olympic Channel es otro resultado concreto de la Agenda Olímpica 2020, y desde su lanzamiento hace tres años, en 2016, se ha convertido en nuestra plataforma para conectar con los jóvenes a través del mundo digital mediante una oferta de deportes olímpicos las 24 horas del día, los 365 días del año. Los más de 2600 millones de visualizaciones de vídeo que suma nos ofrecen un magnífico cimiento sobre el que seguir trabajando. Y lo más importante, casi el 80 % del público con el que conectamos en las redes sociales tiene menos de 35 años, lo que demuestra que el contenido de Olympic Channel es de interés para los jóvenes.
Nuestros asociados también encuentran interés en todas las acciones que hemos emprendido para reforzar los pilares de credibilidad, sostenibilidad y juventud de la Agenda Olímpica 2020. En 2019, el programa TOP se expandió y reforzó de manera significativa. Recientemente, el COI recibió a Airbnb en la familia olímpica como asociado TOP, un acuerdo de patrocinio diseñado para crear un nuevo estándar de alojamiento que será positivo para las sedes, el público, los fans y los atletas. Además, hemos firmado extensiones de nuestros acuerdos con asociados TOP y con radiodifusores titulares de derechos. El primer acuerdo TOP conjunto de Coca-Cola y Mengniu fue una muestra más del atractivo y la estabilidad de los Juegos Olímpicos. La combinación, bajo el programa TOP, de nuestro asociado más longevo, Coca-Cola —una marca emblemáticamente estadounidense— con Mengniu, una joven empresa china, es un excelente ejemplo de la capacidad de cohesión del espíritu olímpico. Estamos agradecidos a todos nuestros socios, pues su fidelidad y confianza en el Movimiento Olímpico es nuestro activo más valioso.
En conjunto, todos estos elementos ofrecen al Movimiento Olímpico una increíble fuerza y estabilidad para continuar con su misión. En nuestro frágil mundo, esta estabilidad es la moneda más valiosa que cualquier organización puede poseer. Estas bazas refuerzan la cohesión del Movimiento Olímpico, que es la esencia de nuestro éxito.
Con esta sólida base nos embarcamos con confianza e ilusión en este año olímpico 2020.
Comenzaremos con ímpetu gracias a los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno de Lausanne 2020, que serán un momento sumamente especial para los atletas y los habitantes de la capital olímpica. Por primera vez, este singular festival de cultura, juventud y deportes de invierno vendrá a nuestro hogar, a Lausana, a Suiza. Con la implicación de la juventud local en tantos aspectos de la organización, estos serán unos JOJ hechos por y para los jóvenes. En este sentido, los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno de Lausanne 2020 inspirarán a los jóvenes con el deporte y los valores olímpicos.
Cuando comiencen los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, todo el mundo posará su mirada en Japón. Más de la mitad de la población mundial seguirá estos Juegos Olímpicos, lo que demuestra su universalidad.
Nunca había visto una sede olímpica tan preparada como Tokio en esta etapa. Ya están listos todos los elementos necesarios para celebrar unos buenos Juegos Olímpicos. La sociedad japonesa está unida en torno a los Juegos Olímpicos. El interés por las entradas ha batido cualquier expectativa. Más de 200 000 personas han presentado una candidatura para implicarse como voluntarias en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. La participación de las empresas bate récords. El relevo de la llama olímpica comenzará pronto, y será una ocasión más para galvanizar el interés del público ante los Juegos.
Los atletas de los 206 comités olímpicos nacionales del mundo y el Equipo Olímpico de Refugiados del COI disfrutarán de una experiencia increíble. Los Juegos Olímpicos no son únicamente el acontecimiento deportivo más grande del mundo. Los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 también serán una celebración de la unidad en la diversidad de toda la humanidad.
Un año olímpico nos recuerda que solo siendo solidarios podemos enviar este potente mensaje de unidad en la diversidad. La participación de todos es una condición sine qua non para la universalidad de los Juegos Olímpicos. En los albores de este año olímpico, permítanme reiterar el compromiso inquebrantable del COI con el modelo de Solidaridad Olímpica, que beneficia a todos los atletas y a todos los comités olímpicos nacionales del mundo. Los deportistas pueden fijar sus objetivos en Tokio y en el futuro gracias a nuestro apoyo y solidaridad. Ante la fuerza y estabilidad del Movimiento Olímpico, queremos que todos los atletas sigan beneficiándose del éxito de los Juegos Olímpicos, ya sea de manera directa o a través de sus equipos y deportes respectivos.
Solo podemos lograr nuestra misión de unir al mundo si los Juegos Olímpicos se sitúan por encima de cualquier diferencia política. Esta solidaridad global y la plena universalidad son únicamente posibles si el COI y los Juegos Olímpicos son políticamente neutros.
Los Juegos Olímpicos son siempre una plataforma mundial para los atletas y sus proezas deportivas. No son ni deben ser una plataforma para fines políticos o divisivos. Nos mantenemos firmes ante la creciente politización del deporte, porque esta firmeza es la única manera de cumplir nuestra misión de unir al mundo en una competición pacífica. Tal y como nos ha demostrado la historia, la politización del deporte ofrece nulos resultados y no hace sino aumentar las brechas.
Por ello, hemos entablado un diálogo continuado con todos nuestros socios para velar por el respeto de la neutralidad política de los Juegos Olímpicos. En este año que acabamos de despedir, tuve la oportunidad de tratar esta cuestión durante la cumbre del G20 y la Asamblea General de las Naciones Unidas. En ambas ocasiones, nuestro mensaje fue bien recibido por los líderes de todo el mundo y por los representantes de los Estados miembro de las Naciones Unidas, quienes mostraron su apoyo a nuestra neutralidad política mediante la adopción unánime de la resolución de la Tregua Olímpica para los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.
Los atletas desempeñan un papel fundamental en el respeto de esta neutralidad política en el terreno de juego. En este sentido, cabe destacar que la mayoría de ellos apoyan y entienden que el terreno de juego y las ceremonias no deben convertirse en un espacio para declaraciones políticas o de cualquier otro tipo de protestas. Respetar a los demás deportistas también implica respetar su propio momento olímpico y no dejar que las opiniones políticas de cada uno nos distraigan.
Todos tenemos la responsabilidad de garantizar que los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 sean recordados como una magnífica celebración de la unidad en la diversidad de toda la humanidad. Unidos por nuestros valores olímpicos y apoyándonos en las sólidas bases que nos ofrecen la fuerza y la estabilidad del Movimiento Olímpico, podemos mirar hacia el futuro con confianza y con la ilusión de disfrutar de unos Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 exitosos e inolvidables. Con este espíritu olímpico, les deseo un feliz y próspero año olímpico 2020.
Atentamente,
Thomas Bach