El encuentro tuvo un primer cuarto muy equilibrado, donde ni el equipo argentino ni el seleccionado neerlandés se sacaron diferencias, pero todo cambio a partir del segundo cuarto.
Fue en esos quince minutos que Países Bajos hizo la diferencia con el córner corto, un arma que administra a la perfección y contundencia, aprovecharon las desatenciones del conjunto nacional.
El equipo europeo resolvió el partido con una ráfaga de goles, todos a través de córner cortos, facturados por la mediocampista Margot van Geffen y la defensora Caia Jacqueline van Maasakker en dos ocasiones.
Sobre el final de ese mismo período, a segundos del pitazo de las juezas, las argentinas lograron el descuento gracias a una excelente ejecución de la joven Agustina Gorzelany, también por la vía del corto.
En la segunda media hora de juego, Países Bajos, bicampeón mundial vigente, tomó el control de la bocha, la gestionó con lucidez e impuso condiciones, pero el corazón y la entrega de Las Leonas equilibraron un poco la balanza y empujaron al equipo dirigido por Carlos Retegui en busca de la hazaña.
Las albicelestes hicieron retroceder a su adversario en el campo, pero sin chances claras de recortar la distancia en el marcador, sumado a que las dos opciones de córner cortos que dispuso no las pudo capitalizar. Países Bajos jugó con el reloj a su favor hasta que la cuenta regresiva las coronó como campeonas olímpicas.
En Tokio 2020, Las Leonas cerraron un torneo formidable en el que demostraron la vigencia del hockey femenino.
En ocho participaciones olímpicas, las chicas argentinas se hicieron acreedoras de cinco medallas y tres diplomas: medalla de plata en Sydney 2000, Londres 2012 y Tokio 2020; bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008 y séptimo puesto en Seúl 88, Atlanta '96 y Río 2016.