Por primera vez en la historia, un equipo de atletas refugiados competirá en los Juegos Olímpicos. Se espera que entre cinco y 10 deportistas refugiados participen en Río 2016: lo harán bajo la bandera olímpica y recibirán el mismo trato que el resto de los 206 Comités Olímpicos Nacionales.

 

 

Como parte del relevo de la antorcha, un refugiado sirio portó la llama en nombre de todos los refugiados. Este acto simbólico busca “mostrar la solidaridad con los refugiados del mundo en un momento en que millones están huyendo de la guerra y de la persecución alrededor del planeta”, dijo el  Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en un artículo en su sitio web.

 

 

Mañana faltarán tan solo 100 días para que el pebetero olímpico vuelva a arder.  

 

Río de Janeiro se está preparando para recibir a los mejores deportistas del planeta y el mundo entero  aguarda con expectativa la primera edición de los Juegos Olímpicos en América del Sur.