La llama olímpica se ha transformado en un símbolo de pureza y de unión entre los pueblos pues es llevada por sistema de relevos desde el santuario de Olimpia
a la ciudad sede de los Juegos , transmitiendo un mensaje de paz, esperanza y fraternidad entre los pueblos del mundo.
La antorcha en sí misma es un elemento pedagógico de gran significado, puesto que el diseño y los materiales que se utilizan para su confección suelen reflejar aspectos culturales del país anfitrión.