Jorge Rodríguez es un médico cirujano que compite en las habituales “Ironman”, carreras de resistencia que combinan la natación, el ciclismo y el maratón. El tucumano, de 46 años, combinó sus dos actividades: en plena carrera le reconstruyó la cara a otro atleta y luego juntos finalizaron la competencia.

 

El increíble y admirable hecho ocurrió este año en León, México. Jorge viajó para competir en la DecaultraTri, que consiste en nadar 3,8 kilómetros, recorrer 180 kilómetros en bicicleta y correr otros 42, sin parar en cada uno de los cinco días que dura la carrera.

 

El tucumano, único representante argentino en la competencia, se cruzó en el momento justo con el atleta noruego Henning Olsrund. Cuando llevaba recorridos 20 km de nado, otros 825 en bicicleta y unos 168 a pie, Rodríguez sufrió una fuerte caída que lo mandó al hospital con algunos rasguños.

 

Henning Olsrud cayó en una bajada rápida y peligrosa donde se rompió los labios, los dientes y la nariz. En ese momento, venía en el segundo puesto de la competencia.

 

En el hospital no había cirujano que haga la reconstrucción de labios y cara que Olsrud  precisaba, así que Rodríguez aún vestido para correr entró al quirófano y le reconstruyó la cara a su colega.

 

Si eso parecía poco, lo que siguió fue aún más increíble. Después de tres horas de cirugía, ambos se fueron juntos del hospital y completaron los 180 kilómetros en bicicleta y los 42 corriendo que les faltaban. Al cruzar la meta se abrazaron. Por tiempo acumulado, el noruego finalmente fue tercero y el argentino, quinto.

La campaña “Limpiemos El Reconquista” surgió de la idea del remero Ariel Suarez, finalista olímpico en Londres 2012, junto con su colega Laura Ábalo, para cambiar las condiciones en las cuales los deportistas entrenan en la Pista Nacional de remo y lograr sanear la Cuenca del Río Reconquista.

 

Además, el principal propósito de esta campaña es concientizar a la sociedad sobre la importancia de cuidar nuestro medio ambiente.

 

Los deportistas de alto rendimiento recorren el mundo compitiendo y participando en torneos internacionales representando a la Argentina, e indefectiblemente son los embajadores de toda una nación y el ejemplo a seguir para todos los jóvenes. 

 

Qué mejor ejemplo a seguir que el de un deportista y sus valores olímpicos: la amistad, el respeto, la excelencia. Transmitir esos valores olímpicos a la sociedad y ser los embajadores de una toma de conciencia, y enseñarle a los demás cómo ayudar desde su ejemplo.

 

El rol de estos atletas será trabajar por el bien del medio ambiente y que toda la comunidad pueda disfrutar de vivir y hacer deporte en condiciones dignas, ya que el deporte es una enorme herramienta social de cambio e inclusión social.

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