Si bien el equipo de Javier Mascherano tomó las riendas del partido en algunos pasajes de un primer tiempo muy disputado, los marroquíes lograron manejar la posesión en los primeros y en los últimos minutos de la etapa.
Cuando todo indicaba que irían al descanso sin abrir el marcador, el árbitro sueco Glenn Nyberg adicionó dos minutos y Marruecos pudo, en esos 120 segundos, abrir la cuenta luego de una brillante acción ofensiva, pero en su primera llegada clara: apareció Ilias Akhomach dentro del área para habilitar, pisando la pelota y con un taco, a El Khannouss, quien envió un centro al ras del piso para que aparezca Rahimi y ponga el 0-1.
A los 5 minutos del complemento, Soufiane Rahimi marcó su segundo gol, esta vez de penal, luego de un levísimo empujón dentro del área, para poner el 2 a 0 para Marruecos.
Cuando parecía que todo se complicaba, a los 23, Giuliano Simeone no tuvo más que empujar un centro de Joaquín García para lograr el descuento y mantener viva la esperanza.
Ante el repliegue de Marruecos para mantener la ventaja, interrumpiendo permanentemente el juego, Argentina, en base a fuerza y corazón, se volcó decididamente al ataque. Tan entrecortado fue el partido que el árbitro, en una decisión inédita, pero acertada, adicionó 15 minutos. Y en la última acción, tras una brillante jugada de Thiago Almada, y de “mil” rebotes dentro del área, Cristian Medina, de cabeza, decretó el 2-2 final.
Argentina inició el partido con esta formación: Gerónimo Rulli; Joaquín García, Marco Di Césare, Nicolás Otamendi y Julio Soler; Thiago Almada, Santiago Hezze, Cristian Medina y Kevin Zenón; Lucas Beltrán y Julián Álvarez.
A los 8 minutos del segundo tiempo, Giuliano Simeone reemplazó a Zenón. Ezequiel Fernández, Luciano Gondou y Bruno Amione, a los 23, ingresaron por Hesse, Beltrán y Soler. Y a los 37, Claudio Echeverri entró en lugar de García.