El evento contó con la presencia de destacadas autoridades, entre ellas la presidenta del Comité Olímpico Internacional (COI), Kirsty Coventry, y el presidente de la República Helénica, Constantine An. Tassoulas, además de representantes del Comité Organizador Milano Cortina 2026 como su presidente Giovanni Malagò y del Comité Olímpico Helénico.
Coventry subrayó el valor simbólico de la ceremonia: “Los Juegos son un recordatorio de unión, respeto y esperanza en un mundo dividido. Esta llama lleva la luz del pasado hacia el futuro que todos deseamos”.
Este ritual, que se mantiene desde 1936, no solo marca el comienzo de una competencia deportiva, sino también un mensaje universal de paz y fraternidad. Como expresó Giovanni Malagò: “Aquí trazamos una línea que une los Juegos Antiguos con los Modernos, una tradición que sigue inspirando al mundo”.
Tras el encendido, el primer relevo lo realizó el remero griego Petros Gkaidatzis, medallista olímpico en París 2024, seguido por dos leyendas italianas: Stefania Belmondo, doble campeona olímpica y última portadora de la antorcha en Turín 2006, y Armin Zoeggeler, seis veces medallista en luge. Este gesto personificó el vínculo entre Grecia, cuna del olimpismo, e Italia, anfitriona de los próximos Juegos.
La llama permanecerá en Grecia hasta el 4 de diciembre, cuando será entregada oficialmente en Atenas al Comité Organizador italiano. Luego viajará a Roma el 5 de diciembre, dando inicio al recorrido por las 20 regiones de Italia, que culminará en la ceremonia inaugural el 6 de febrero de 2026 en Milán. Durante 63 días, más de 10.000 relevistas llevarán la antorcha a lo largo de 12.000 kilómetros, visitando sitios emblemáticos y celebrando el espíritu olímpico en cada rincón del país. El itinerario incluirá paradas en lugares representativos como Florencia, Venecia, Nápoles, Turín y Bolonia, además de escenarios naturales que reflejan la diversidad del país: desde las playas de Sicilia hasta los Dolomitas, sede de las competencias.
El recorrido no solo será deportivo, sino también cultural. Cada etapa estará acompañada por celebraciones locales, muestras gastronómicas y eventos artísticos que buscan involucrar a las comunidades en la cuenta regresiva hacia el 6 de febrero de 2026, fecha de la ceremonia inaugural en el Estadio San Siro de Milán.
El presidente del Comité Organizador, la importancia del relevo: “Queremos que cada italiano sienta que estos Juegos son suyos. La antorcha no solo lleva fuego, lleva historias, emociones y la oportunidad de mostrar al mundo la belleza de nuestro país” destacó Giovanni Malagò.
