“Esto es un premio para todo el deporte argentino. Hoy representamos a más de 44 millones de argentinos que estuvieron alentando para que esto terminara de esta manera, y es un orgullo que los chicos hayan luchado por sus convicciones: la solidaridad, la unión del grupo, la armonía, la generosidad. Siempre fueron por más”, agregó.
“Más allá de la medalla, el equipo ganó la medalla de la convicción. Lo importante es que el equipo lo soñó, lo imaginó, y lo concretó. No tengo palabras. Se les veía en los ojos, tenían sangre en los ojos, sangre celeste y blanca”, concluyó Retegui.
Con su triunfo ante Bélgica, el seleccionado masculino obtuvo una inédita presea dorada para el hockey del país y la tercera para Argentina en los Juegos de Río. Después de Londres 1948 el deporte argentino no había vuelto a ganar tal cantidad de oros en unos Juegos Olímpicos.