Ante la consulta de qué valoración le da al hecho de ser el arquero del campeón olímpico, Vivaldi respondió: “Se siente muy bien, es el premio al esfuerzo de tantos años de lucha, de no abandonar, de no abajar los brazos.
En relación a las razones del histórico logro, el arquero puntualizó: “La conjunción de un grupo de jugadores que forman la mejor camada de jugadores del hockey masculino argentino. Comulgamos muy bien entre nosotros, todos con una mentalidad ganadora, convencidos de que podíamos alcanzar el oro”.
“Antes de empezar torneo tuvimos una reunión interna entre los jugadores, donde salieron cosas muy sinceras, y nos dijimos que podíamos hacer historia en esta competición. A pesar de algún contratiempo, el equipo se mantuvo firme, sólido y lo buscó hasta el final. Estábamos convencidos de que teníamos las armas para pelear una medalla. Ahora sí lo podemos decir, somos el mejor equipo del mundo”, concluyó.