“En los últimos ocho años tratamos de desarrollar nuestros deportes en más de 140 países y de formular una propuesta nueva, distinta a las otras dos que ya hicimos ante el COI para volver a ser parte de los Juegos Olímpicos. Hemos hablado con las principales Ligas Profesionales (las de Japón, China, Estados Unidos y Corea) para que la participación en los Juegos no interfiera en ellas y que así puedan participar los mejores jugadores del mundo. Por primera vez en la historia se organizó una Copa Mundial con todos los profesionales”, sostuvo Fraccari.
Otro de los puntos que motivaron la exclusión de estas disciplinas fueron los problemas que tuvieron con los controles antidoping: “Los jugadores aceptan los códigos de la AMA y los análisis de sangre, con lo que ya hemos dado un paso importantísimo. De todas formas, es bueno recordar que el doping no es un problema exclusivo del beisbol, también lo padecen otros deportes. Y todos estamos haciendo lo imposible para erradicarlo”, agregó el dirigente.
Choo Low destacó que “nuestros dos deportes logran una igualdad de género entre hombres y mujeres, una cosa muy importante si se tiene en cuenta lo que eso significa en la base. También se ha trabajado mucho en cambios reglamentarios para acortar la duración de los partidos y hacerlos más atractivos para la televisión y en que se podrá utilizar una sede única, ya que en un día se puede hacer la conversión de las canchas de un deporte a otro. Y vamos a elaborar un proyecto para que la cantidad de atletas no supere los 300, aunque nunca estarán todos juntos en la Villa, ya que las competencias se dividen en dos semanas”.