Fitz-Gerald destacó que “ahora que tengo el honor de representar a los atletas transmito el sentimiento de todos mis pares: si hay algo que queda pendiente en la carrera de los que jugamos squash es haber competido en un Juego Olímpico” y con relación a la participación de la mujer en esta disciplina afirmó que “en singles hay un cuadro de 32 varones y de 32 mujeres. La igualdad en este deporte es absoluta, es algo con lo que conviví desde que empecé a practicarlo”.
En línea con lo que decía Fitz-Gerald, los otros tres atletas (Ashour, Benedith y Elías) coincidieron en que “daríamos todos nuestros títulos a cambio de una medalla en los Juegos Olímpicos”.
Elías agregó que “en 2020 voy a tener 23 años y confío en que estaré en la plenitud de mi carrera. No veo la hora de que el squash pueda estar en esos Juegos y, en lo personal, que pueda darle a Perú la primera medalla de oro de su historia”.
Benedith dijo: “Sueño con ver al squash dentro del programa olímpico porque este deporte me permitió, a lo largo de mi vida, no sólo formarme como deportista sino también como persona”.
El squash, un deporte que nació en el Reino Unidos hace casi 200 años, busca así ocupar un lugar, por primera vez, en un Juego Olímpico.