Báez finalmente se tomó revancha de haber sido eliminado en forma temprana en el torneo individual, en el que era uno de los favoritos, y sobre eso dijo que “mi entrenador me hizo ver la importancia de ganar una medalla en un Juego Olímpico. No importa si es en single, en doble… lo importante es que estás representando a tu país y subir al podio es una sensación inigualable. Hoy pude comprobarlo. Es cierto”.
El jugador nacido en San Martín agregó que “no hay palabras para describir la alegría que sentimos ni tampoco las hay para agradecerle a toda esta gente que vino a alentarnos. Ver el court central del Buenos Aires con este marco, como si fuese una Copa Davis, es increíble. No me voy a cansar de agradecerle a la gente por todo el apoyo que me dio”.
Díaz Acosta también habló de las sensaciones que se perciben al ganar una medalla: “esto es muy distinto a cuando uno gana un torneo, acá estás representando a tu país; es mucho más que una conquista individual. Coincido con Seba en que jamás vamos a olvidar el apoyo de la gente. Ellos, seguramente, sentían que nosotros éramos uno más de ellos”.
En cuanto a la final de hoy, el porteño (ganador de la presea de plata en individuales) opinó que “tal vez el llevarse tan bien como nos llevamos fuera de la cancha se refleje en la confianza que sentimos dentro de ella. Yo también lo tomé como una revancha de no haber podido llevarme la medalla de oro ayer, en single. Hoy nos vamos felices. Entramos un poco nerviosos, pero eso se fue pasando a medida que avanzaba el partido. Y nos vamos, insisto, muy felices”.