Medalla de plata en fútbol playa tras caer frente a Brasil en la final

Medalla de plata en fútbol playa tras caer frente a Brasil en la final Rosario 2019

El seleccionado argentino de fútbol de playa se adjudicó la medalla de plata en los IV Juegos Suramericanos de Playa Rosario 2019 luego de caer sin atenuantes por 8-1 ante Brasil, ante una multitud de público que llenó el estadio Rojo del Balneario La Florida y reconoció el esfuerzo y la entrega del equipo albiceleste.

 

De esta manera, el equipo dirigido por Hernán Magrini consiguió mantener la costumbre de subirse al podio, que también había sido segundo en la primera edición de los Suramericanos, en Montevideo (Uruguay) 2009, y terceros en Manta (Ecuador) 2011 y Vargas (Venezuela) 2014.

 

Argentina encaró el partido sabiendo del poderío y el peligro que representaba Brasil, actual Campeón del Mundo, pero dejó lo mejor de sí en pos del espectáculo y de las 4.500 personas que colmaron las tribunas y alentaron sin pausa pese al resultado adverso.

 

La suerte de la final quedó sellada en el primer tercio del encuentro, cuando los brasileños lograron adelantarse por 4-0. En los dos tiempos restantes, con dos goles en cada uno, los visitantes consiguieron estirar la diferencia en el marcador, que ya era visiblemente palpable en el juego.

 

A pesar de la dura derrota, los albicelestes nunca bajaron los brazos ni se rindieron, por esa razón, la gente se lo reconoció celebrando eufóricamente el gol de Maximiliano Ponzetti, a pocos segundos para que termine la final.

 

Argentina, dirigido por Hernán Magrini, formó con Dardo Cortés; Leandro Marino, Axel Rutterschmidt , Lautaro Benaducci y Manuel Bordón.

 

Luego ingresaron: Luciano Sirico, Emilio Holmedilla, Lucas Ponzetti, Emanuel De Sosa, Maximiliano Ponzetti, Miguel De Ezeyza y Mariano Mansilla.

 

Los amonestados en el equipo albiceleste fueron Leandro Marino y Lucas Ponzetti.

 

“Hace un año que este grupo viene trabajando unido y va a dar que hablar en el futuro. Hace rato que no se conseguía un segundo puesto en este torneo. Queda la espina de perder 8-1, como es lógico, pero nada que reprochar”, señaló Marino y destacó que “contra Brasil hay que jugar perfecto, que tu arquero sea la figura y meter todas las situaciones de gol que creas. Hoy eso no pasó”.

 

Tranquilo y reflexivo, el defensor aclaró: “Se valora mucho la medalla de plata, porque nuestro partido era ayer, ante Paraguay, a quien le queríamos ganar desde hace rato y, gracias a eso, pudimos jugar esta final, que hacía rato se nos venía negando”.

 

Y agregó: “Cuando nos enfriemos un poco vamos a tomar magnitud de lo que hicimos en los últimos cuatro días acá en Rosario. Una pequeña revolución para que se siga difundiendo el deporte, que lo pueda ver la gente y que siga creciendo el fútbol playa”.

 

Por su parte, Maxi Ponzetti, emocionado por jugar junto a su hermano, en su ciudad y ante sus familiares, manifestó: “Sabíamos que nos íbamos a enfrentar a los mejores del mundo y, por eso, lo único que teníamos en la cabeza era entrar a la cancha y dejar todo por respeto a toda la gente que vino a hacernos el aguante”.

 

“Con el paso del tiempo nos vamos a dar cuenta lo que conseguimos. Cuando pasen los años va a recobrar mucho más valor esta medalla”, argumentó el mayor de los Ponzetti sobre la obtención de la presea plateada.

 

Por último, Miguel De Ezeyza, quien se retira de la selección después de 11 años consecutivos defendiendo la celeste y blanca, no pudo contener las lágrimas: “Soñaba con retirarme de esta manera, jugando en casa y una final con Brasil. El resultado es anecdótico, porque se puede ganar o perder. Nos enfrentamos al campeón del mundo. Feliz de haberlo dado todo en estos años, me retiro en un gran momento. Ahora a seguir alentando al equipo desde casa”.

 

En el tercer puesto, por debajo de la campeona Brasil y de la Selección de nuestro país, quedó Colombia, que venció por 6-5 a Paraguay en el choque por la medalla de bronce.