“Me ha costado mucho volver después de la maternidad. Fue un año fuera de competencia que me costó recuperar”, contó Majo, quien tuvo que hacer un parate en su carrera al quedar embarazada y luego dar a luz a su hija María Victoria.
Sin embargo, la jugadora anticipó que no bajará los brazos en busca de su sueño dorado: “Lo que me caracteriza siempre es luchar por lo que quiero. A veces no se puede y no hay que caer. Mi sueño era ganar el oro, pero voy a seguir por más y no me voy a dejar vencer nunca. Espero que me sigan apoyando para ganar la de oro”.
Vargas, de 26 años, ya había ganado en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 dos medallas de plata, una en la competencia individual y otra en el dobles femenino junto a Veronique Guillemette.
En los Juegos Sudamericanos de Cochabamba del 2018 había sumado preseas doradas en singles, dobles y por equipos, en esta oportunidad con Natalie Méndez como compañera.
Asimismo, la otra argentina, Méndez, que había perdido en semifinales ante Longoria, compartió el bronce con la colombiana Adriana Riveros.